Un hombre de Vilarrodís (Arteixo), de 46 años, que arrancó parte de un dedo a un vecino de un mordisco durante una discusión ha sido condenado a dos años de cárcel. La Audiencia de A Coruña considera que la reacción del procesado no puede considerarse "instintiva de defensa" porque, según recalcan los jueces, "esa clase de reacciones no son muy frecuentes".

Los hechos se desencadenaron a raíz de una disputa verbal que mantuvo el acusado sobre las 14.30 horas del 3 de septiembre de 2011 con una vecina de 68 años, a la que llegó a empujar. A la mujer, como consecuencia del golpe, se le cayeron las gafas al suelo y se le rompieron. Poco después acudió el nieto de la afectada, de 19 años, y pidió explicaciones a su vecino sobre el incidente. Ambos iniciaron una pelea durante la cual el procesado le arrancó parte del cuarto dedo de la mano izquierda de un mordisco.

El joven que sufrió la amputación fue juzgado junto a su agresor porque durante la trifulca también le pegó. Le condenan a una multa de 150 euros y abonar una indemnización a su adversario de 208 euros. El hombre que le arrancó parte del dedo, además de a dos años de prisión, fue condenado a abonar a su víctima una indemnización de 7.482 y 100 euros a su abuela por las gafas.