Un año y ocho meses de prisión y 1.000 euros de indemnización por daños morales. Esta es la condena que solicitan la Fiscalía y la acusación particular para el trabajador de una empresa de calderería de Vincios acusado de colocar una sierra rebarbadora en el cuello a su jefe y amenazarle con cortárselo en dos ocasiones durante una discusión. El trabajador, que llevaba 20 años en la firma -que tiene un ERE desde 2013- fue despedido al día siguiente. La defensa pide su absolución y en todo caso que se quede una falta de amenazas y se le aplique la atenuante de obcecación.

José E.C. admitió parte del relato de los hechos de la Fiscalía. Explicó que un compañero le pidió ayuda y él le replicó que había que preguntárselo al jefe -administrador de la firma- porque le había encargado otro trabajo. "Si vas por tu cuenta te echa la bronca y si no también", explicó el acusado. Entonces, el empresario se le acercó y le dijo que fuera a ayudar al otro y le siguió exclamando "¿Cantos fillos tes?".

El trabajador se enfadó. "No se que quería. Cogí la rebarbadora que estaba sobre la mesa y se la acerqué a la cara, no al cuello. No sé si estaba o no enchufada. Fue un arrebato, un trastorno, son muchos años de presión acosándome. Se me fue la olla", relató a preguntas de la acusación. Admitió que mientras le amenazaba le llamó payaso, pero no que le iba a matar o a cortarle el pescuezo.

En esta situación, su jefe volvió a mencionarle a sus hijos, diciéndole que no quería meterse ellos ni ofenderles, momento en que su empleado volvió a amenazarle con la rebarbadora. Finalmente el jefe se fue a su oficina y él volvió a su trabajo. Un rato después le comunicaron que estaba despedido y José E.C. pidió que se lo dieran por escrito.

El propietario y administrador del taller de calderería manifestó que tuvo miedo "sobre todo la segunda vez". "Le vi bracear con el trabajador que le pedía ayuda y me acerqué. Le dije: ¿Cantos fillos tes? Algo que utilizo para poner a la gente en su sitio cuando es mayor, y se puso violento. Me llamó payaso, me puso la rebarbadora con la cuchilla tocándome la piel del cuello y amenazó con cortármelo y matarme. Yo quedé clavado. Le dije otra vez que no había querido faltarle al respeto ni a él ni a su familia y volvió a colocarme la rebarbadora en el cuello. Estaba enchufada pero no la encendió". En su opinión, el acusado es "arisco" y relató que cuando le vio con el otro trabajador pensó "ya está Pepe tocando los huevos", aunque no había oído lo que hablaban y se fue directamente a él. Relató otros incidentes, como un día que se marchó a su hora sin ayudar a otro compañero que seguía en el taller.

El empleado que fue testigo de lo ocurrido, que tiene buena relación con el acusado, ratificó que cuando el jefe le dijo "¿Cantos fillos tes?", el imputado replicó que no se metiera con su familia. "Le acercó la rebarbadora al cuello y le dijo. Payaso, voute cortar o pescozo". El jefe, según este testigo, le replicó "¿esa es la educación que vas a dar a tus hijos?, lo que llevó al imputado a ponerle otra vez la sierra al cuello .