Armando C.S., el conductor multado en Canarias por hablar y mirar al compañero que le acompañaba en el furgón no impugnará la denuncia. "Es injusto, pero voy a pagar. Un amigo abogado me lo ha aconsejado, porque me pusieron 80 euros y abonaré 40 si lo hago antes del 2 de enero", explica. En cambio, si impugna la sanción y pierde, pagará más porque no podrá acogerse a esa reducción. Este instructor de parapente, con más de 20 años de experiencia en la carretera, tacha la multa de "injusta, extraña y anormal". Cuando dos agentes motorizados de la Guardia Civil le dieron el alto en la carretera de Arucas a Terror, creyó que se trataba de un control rutinario. Pero recibió una sanción poco común: "Le vamos a multar por hablar con su acompañante", el comunicaron. Ocurrió a media mañana del viernes pasado y Armando, de 41 años, sigue dándole vueltas a la situación. "El enunciado de la multa es de risa, incluso pensé que se trataba de una broma", confiesa "sorprendido" por una actuación que no era ninguna chanza. Los agentes le multaron por circular con su vehículo "sin mantener la atención permanente ala conducción", pues mientras estaba al volante tiene una "conversación con el acompañante contiguo mirando en repetidas ocasiones", recoge la denuncia. "No quise discutir, pero no la firmé porque no estoy de acuerdo", explica Armando.

El afectado admite que hablaba con su amigo, pero niega que cometiera una imprudencia o pusiera en peligro la seguridad de la circulación. "Mantenía una conversación normal, como hacen a diario miles de conductores. No discutíamos hablábamos del tiempo", asegura. Por eso se "conforma" con que la gente "conozca esta injusticia".