Penas mínimas por un atraco a punta de pistola que acabó con la retención ilegal de un conductor para huir. Los tres acusados del rocambolesco atraco en un garaje de Vigo en agosto de 2009 a un hostelero, que logró escapar cuando uno de ellos dio a los otros dos la orden de matarlo, lograron ayer condenas mínimas al confesarse autores de los hechos y aceptar 2 años de prisión cada uno.

Uno de los acusados que durante la huida paró en plena calle a un joven conductor y lo secuestró a punta de pistola, aunque la Policía los interceptó en la avenida de Madrid tras una persecución, aceptó un año más por la detención ilegal. Pero no ingresará en prisión para cumplir los 3 años, ya que el tribunal de la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo suspendió la ejecución de la condena y la conmutó por una multa de algo más de 4.000 euros. La suspensión de condena de sus compañeros dependerá de sus antecedentes penales.

A los tres se les aplicó la atenuante de reparación del daño, pues poco antes de celebrarse el juicio abonaron 4.500 euros a la víctima, que en su día denunció que le robaron un sobre con algo más de 6.000 euros, y al joven conductor secuestrado, para quien se fijó una indemnización de 1.000 euros por los daños morales causados.

Los tres condenados tienen vinculación con el peligroso clan merchero de Los Barata que un año antes había tiroteado al exMíster España vigués Borja Alonso, y se desplazaron desde Valladolid a Vigo para cometer el robo.

Inicialmente el fiscal solicitaba penas de 5 años de prisión para Josué F.L., Héctor R.M. y Víctor Manuel M.P. por un delito de robo con violencia, con la agravante de reincidencia para el último. En el caso de Josué reclamaba otros 3 años y medio en concepto de detención ilegal.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 5.50 horas del 26 de agosto de 2009. Los tres siguieron al hostelero y cuando entró su garaje lo abordaron todavía dentro del vehículo. Víctor Manuel M.P. le intimidó con un cuchillo de 25 centímetros de hoja, Josué con un revólver y Héctor, a la vez que instaba al que tenía el arma: "pégale dos tiros", le quitó el sobre con el dinero. En su huida, seguidos por la víctima, Josué realizó disparos al aire.