Cuando Cupido dispara su flecha del amor duele. Y si el disparo resulta fallido, todavía más. La Policía Nacional detenía ayer en las calles de Vigo a un joven de 28 años que, despechado, deambulaba por la calzada obstaculizando el tráfico. Al parecer, de acuerdo con el atestado policial, le habían dado calabazas después de conocer a una mujer y pasar la noche en su casa.

Los hechos tuvieron a última hora de la mañana de ayer martes cuando el 091 recibía la llamada de una mujer solicitando la presencia de una dotación policial ya que un joven estaba golpeando los cristales de su domicilio. Cuando los agentes llegaron se encontraron que el ahora detenido deambulaba por la calzada obstaculizando el tráfico.

Visiblemente alterado, y después de un enorme esfuerzo para sacarlo del medio de la calle, le pidieron qeu se identificar. La petición no fue recibida de buen agrado. De forma repentina, y todavía afectado por el rechazo amoroso que había sufrido pocas horas antes, comenzó a golpear el vehículo policial. Una vez inmovilizado, después de intentar golpear a los dos agentes, se procedió a su detención.

Rechazado tras una noche

Mientras arrestaban al individuo en plena calle, la mujer narraba a otra pareja de agentes que había conocido al joven esa misma noche y lo había invitado a su casa. Ya por la mañana, con los primeros rayos de sol, lo invitaba a que se fuese pero el descorazonado conquistador no digirió muy bien la invitación. Discutiendo, y sumidos en un forcejeo, logró expulsarlo de su vivienda y comenzó a golpear los cristales, rompiendo uno, así como la verja y otros enseres de la finca.