Un robo a lo grande e inventado, posiblemente para estafar la compañía aseguradora. La Guardia Civil de O Porriño ha detenido por simulación de delito a un ciudadano portugués, F.J.M.A., de 39 años y afincado en Pontevedra, que presentó una denuncia por el robo de cinco camiones. Frente a las ya habituales denuncias de falsos robos con violencia de teléfonos móviles de última generación para cobrar el seguro, el ciudadano luso apostó por la sustracción de varias cabezas tractoras y remolques que, aseguró, estaban estacionados en el polígono industrial de As Gándaras.

El detenido se presentó el pasado 7 de abril en el puesto de la Guardia Civil de Porriño como representante de una empresa de transportes de Portugal y denunció que un mes antes, a principios de marzo, un conductor de la referida empresa dejó estacionadas en una calla del recinto empresarial cinco cabezas tractoras y tres remolques con la lona color azul, todos ellos con matrícula lusa.

La investigación abierta puso en evidencia tanto las contradicciones en el relato del denunciante como la imposibilidad de que las cosas ocurrieran como había relatado. De entrada, se comprobó que ninguno de los vehículos estuvo estacionado en el polígono empresarial de As Gándaras y, después, se demostró que el denunciante carece de cualquier vínculo mercantil con la empresa lusa supuestamente afectada.

La Guardia Civil, en su informe, concluyó que trataba de una denuncia falsa con la previsible intención de estafar a la compañía aseguradora, por lo que le imputa un presunto delito de simulación de delito. Una vez esclarecido que se trataba de un falso robo, los agentes procedieron a la detención de F.J.M.A. que fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de O Porriño. Tras prestar declaración se decretó su libertad provisional con cargos hasta la celebración del juicio.

La mayoría de las denuncias falsas presentadas suelen acabar con la detención del simulador del delito y su puesta a disposición judicial. No obstante ante cada caso denunciado se abre una investigación para su comprobación, lo que provoca que se inviertan recursos humanos y materiales en una falsedad, restando esa dedicación a la investigación de los ilícitos reales.