José Manuel R. S., al que la Policía vincula con más de 40 asaltos violentos en la zona de Meixoeiro en Vigo, fue juzgado ayer por tres de ellos. La Fiscalía, que pide para él 18 años de prisión, reconoce que "no hay una prueba directa" que lo vincule, pero sostiene que "los indicios son suficientes y fundados". La defensa, que solicitó la absolución, atribuye la acusación a "una interpretación interesada" de la correspondencia que mantenía con Miguel Ángel Caride, conocido como Spiderman por la careta que usó en varios asaltos. Este ya aceptó 9 años de prisión por estos tres mismos robos.

El primero de ellos ocurrió en 2008, en el depósito de Repsol de la subida de Montecastelo. Dos encapuchados robaron el dinero, un ordenador portátil, una cámara de fotos, un móvil y el coche de un trabajador, al que amenazaron con una catana y un cuchillo, que luego se hallaron en el registro de la casa de Caride. El vehículo apareció seis meses después con las matrículas cambiadas. El segundo asalto fue en el mismo depósito. Esta vez se encontraron con un empleado, un transportista y un repartidor, a los que encañonaron, amordazaron con cinta aislante y, tras robar 580 euros en las instalaciones, encerraron en una oficina. A uno de ellos, le agredieron en la nuca con una pistola por hablar. Tras lograr desatarse, salieron por una ventana. Las tres carteras que portaban los empleados de una gasolinera de Boullosa, en Lavadores, fue el botín del tercer asalto, a los que también amenazaron con pistolas.

Las cartas que delataron a José Manuel llegaron a manos de la Policía de forma "casual", después de que los investigadores trataran de identificarlo sin éxito. Tras vulnerar la orden de alejamiento de su ex pareja, la mujer de José entregó los enseres que todavía conservaba de él a agentes municipales para que hicieran de intermediarios en la entrega. En la comisaría los revisaron y encontraron la correspondencia que mantuvo con Spiderman tras la detención de este. El inspector de la Policía Judicial encargado del caso explicó que, en ellas, Caride le recomendaba a José que se deshiciera de las pruebas que lo vincularan a esos delitos. "He tirado al lado de tu casa una pistola; si la cogiste, deshazte de ella", era una de las frases que figuraban en las misivas, con otras en las que destacaba que "todo el mundo" sabe que iban juntos a todas partes". A pesar de ello, en su testimonio ayer ante la jueza de la sala de lo Penal 2, Caride -que acudió como testigos- no solo no implicó a José Manuel en los hechos, sino que negó que él mismo los hubiera cometido y aseguró que aceptó la condena porque le compensaba. Dos agentes aseguraron que fue Spiderman el que les facilitó el nombre de José tras detenerlo y antes de meterlo en el calabozo.

Uno de los indicios en los que la Fiscalía basa su acusación es en la venta por parte de José de un ordenador cuyo número de serie coincide con el sustraído en el primer asalto, excepto en un dígito, justo cuando recibió las cartas de Spiderman advirtiéndole de la situación. La Policía alega que el número cambiado corresponde a un error de transcripción. La defensa lo pone en duda. La letrada, además de resaltar que no existen pruebas que acrediten los hechos imputados a su defendido, pidió la nulidad del proceso al entender que toda prueba está viciada porque las escuchas telefónicas con las que se identificó a Caride (al que luego se vinculó con su cliente) no habían sido autorizadas de forma correcta. El acusado, por su parte, optó por no declarar.