Al menos once fallecidos y 33 heridos. Este es el balance provisional de un trágico accidente de tráfico ocurrido en la localidad lusa de Seria (centro del país) al precipitarse por un terraplén un autobús de matrícula española con 44 pasajeros, todos ellos portugueses. El accidente, que ha conmocionado al país, tuvo lugar sobre las 8,25 horas en una carretera en obras y con el suelo resbaladizo por la lluvia. El conductor perdió el control del vehículo en una curva de la carretera I-C8, que une el litoral con el este del país, y se precipitó a un barranco.

Los fallecidos, seis hombres y cinco mujeres, tienen edades comprendidas entre los 50 e los 70 años. Entre los 33 heridos hay siete niños, cuya vida no corre peligro, y cinco personas en estado muy grave. Uno de los heridos en estado crítico murió en el Hospital Universitario de Coimbra. Otras 17 personas heridas fueron atendidas en el hospital de Castelo Branco, que puso en marcha un gabinete de crisis con varios psicólogos para apoyar a los familiares de los fallecidos y los heridos.

Los equipos de rescate tardaron unas tres horas en extraer a todas las víctimas atrapadas en el interior y ninguno de los ocupantes, 43 pasajeros y el conductor, salió ileso.

Rescate difícil

La empresa española de autobuses Rabazo, de la localidad de La Codosera (Badajoz), ofreció en alquiler el vehículo para una excursión que partió desde Portalegre, a unos 20 kilómetros de la frontera con Extremadura, según confirmaron a Efe fuentes de la empresa. Los pasajeros se dirigían a ver el que es conocido como el mayor belén del mundo en el municipio de Santa María da Feira, en el norte de Portugal.

Al menos 300 bomberos y agentes, más de un centenar de vehículos y grúas y decenas de ambulancias acudieron al lugar del accidente para asistir a las víctimas, según informaron los responsables de Protección Civil en Portugal

Las tareas de rescate se vieron dificultadas por el escarpado terreno de la zona y por la situación del propio vehículo, que acabó desplazado a unos 30 metros de la carretera. Las autoridades médicas instalaron un hospital de campaña para atender y distribuir a los heridos, y la policía mantuvo cerrada al tráfico la autopista hasta que el autobús pudo ser retirado más de siete horas después del siniestro.

El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, transmitió sus condolencias a las familias de la víctimas en un comunicado enviado a la alcaldía de Portalegre, mientras que el líder del principal partido opositor, el Socialista, Antonio José Seguro, también lamentó las consecuencias del accidente.

A pesar de que los motivos del accidente aún no están claros, el alcalde de Serta, José Nunes, constató la peligrosidad del tramo, donde ya hubo un accidente hace pocos días. Explicó que debió de influir la lluvia que cayó durante toda la noche en la zona y la niebla que había al amanecer.