El enorme revuelo que se formó en el cementerio de San Mauro a primera hora de la mañana de ayer llevó a la Policía Local de Pontevedra a desplazarse al camposanto, alertados ante la posibilidad de que se pudiera estar produciendo algún altercado grave. Una vez allí, los agentes comprobaron que no había tal pelea, pero sí se encontraron con numerosas personas de etnia gitana alteradas ante una circunstancia desagradable que acababan de descubrir: unos desconocidos habían profanado tres tumbas de familias causando daños en las lápidas e incluso retirando algunas de las tapas de las tumbas.

El estado de fuerte nerviosismo que provocó entre los afectados el descubrimiento de estos hechos incluso obligó a la Policía Local a solicitar el apoyo de la Policía Nacional, que se hizo cargo del caso. Así, acudieron varias patrullas y efectivos de la Policía Científica, que examinaron el lugar de los hechos.

Los agentes constataron que alguien había causado daños en tres tumbas. En una destrozaron la puerta ornamental de cristal que protege la lápida. En otras dos fueron más allá y retiraron las cerraduras de estas puertas, así como las lápidas, e incluso accedieron al interior del nicho. Uno estaba vacío, pero el segundo sí contenía un féretro. Según la Policía Nacional, el ataúd quedó a la vista pero no mostraba síntomas de que hubiera sido manipulado. La Policía ha abierto una investigación.