La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Pontevedra solicita una pena de un año de prisión y otros tres de inhabilitación para F. J. G. P., el exdirector del CEIP Príncipe Felipe acusado de un delito contra la integridad moral cometido en la persona de uno de los alumnos del centro, que tiene diez años, por las medidas correccionales que tomaba en relación al menor debido a su mal comportamiento.

Desde que fue trasladado a la ciudad infantil de Príncipe Felipe en febrero de 2011, el menor pasó a continuar sus estudios en el CEIP Príncipe Felipe, dependiente de la Xunta. El fiscal reconoce que "desde el primer momento el menor presentó un comportamiento disfuncional en las clases, lo que alteraba gravemente la marcha de las mismas". Dado que las primeras medidas que se adoptaban en relación a la corrección del comportamiento de este alumno no surtían efecto, el representante del Ministerio Público asegura que fue el acusado (entonces director del centro) quien "asumió directamente las medidas correccionales respecto del menor".

Según la Fiscalía, éstas consistieron fundamentalmente "en encerrar al menor en un despacho de la zona del profesorado" en el que permanecía, añade la acusación pública, sin ningún tipo de vigilancia por parte de adultos en algunas ocasiones.

Según el relato de los hechos que defiende la Fiscalía, el menor continuó "con actitudes violentas" y llegó a romper mobiliario en el despacho en el que quedaba encerrado. Ante esto, el acusado "llegó a atarlo con unas bridas, permaneciendo en esta situación durante unas horas hasta que fue desatado por una profesora", indica el escrito de acusación presentado ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Pontevedra que tramita este caso. En una segunda ocasión, el acusado supuestamente "tuvo desnudo al menor de cintura para abajo hasta que una profesora se interesó por su situación, solicitando al acusado la entrega de la ropa para vestir al menor, a lo que éste se negó, siendo finalmente convencido por otro profesor para que se la entregase", sostiene el Ministerio Público.

Ambos siguen en el centro

Fue a raíz de estos hechos cuando intervino la Inspección de Educación, lo que derivó en que el 1 de abril de 2011 el acusado presentase su renuncia al cargo de director del CEIP Príncipe Felipe. El imputado continúa dando clases como profesor y, según el escrito del fiscal (de mediados del pasado mes de diciembre), también el menor sigue cursando sus estudios en el mencionado centro.

Para el fiscal, el mal comportamiento del menor no justifica unos métodos de corrección "absolutamente inadecuados" por parte del procesado, hasta el punto de considerar que se trata de un delito contra la integridad moral.

Más dura es la calificación de los hechos por parte de la familia del joven que, según distintas fuentes, formula acusación contra el exdirector del Príncipe Felipe por un supuesto delito de torturas.