El caso de un expolicía cuya novia fue localizada en 2008 ahogada en la playa de Carnota ofrece dudas. Así lo reconoce la Audiencia Provincial de A Coruña en un auto en el que decreta que el sospechoso sin embargo debe ser juzgado. Los jueces, no obstante, admiten que las pruebas que hay contra el imputado son "indirectas". Fiscal y acusación subrayan que existen contradicciones en las declaraciones del procesado, así como el hecho de que la víctima firmase dos seguros de vida a su favor semanas antes de morir.