Los acusados, Jorge Ricarte C.V., Edgar Alexis J.C., Ancizar Augusto J.Z. y Wiamer N.V., negaron la autoría. La fiscal pide para cada uno 5 años de prisión y multa de 1.800 euros. Uno de los imputados es el exempleado del dueño del chalé y los otros un comerciante de productos de su país, un taxista y el dueño de un bar de ambiente latino, uno de los nexos comunes de los acusados, ya que coincidían allí. La Guardia Civil descubrió que el extrabajador de la víctima "tenía relación" con un grupo colombiano "organizado" que estaba en Vigo. Ésto, junto a la identificación de teléfonos de los acusados en la zona de los hechos, impulsaron la investigación.

Las defensas piden la nulidad de las escuchas telefónicas, ya que parte de la investigación procede de la Operación Tsunami y las escuchas de ese operativo las anuló el Supremo. El presunto líder de la red de la Tsunami, Domingo Camiña, Mingos, declaró ayer como testigo. En su día confesó que el exempleado de la víctima le ofreció a él el atraco y lo rechazó: ayer negó haber dicho eso.

Como anécdota del juicio, un abogado defensor llegó a dirigirse al dueño del chalé simulando un perfecto acento latino. La víctima había declarado que los asaltantes tenían acento colombiano y que podía distinguirlo porque tuvo empleados latinos, entre ellos el extrabajador acusado.El letrado, para tratar de desvirtuar esta rotunda identificación, le preguntó si sabía de dónde era él. El testigo le contestó que no.