Estaba borracho y mató a su pareja con un cuchillo que la propia mujer había cogido para atacarle, después de que él se hubiera negado a obedecerla cuando le mandó marcharse de la casa abandonada en la que ambos vivían con otros indigentes. Luego, despedazó el cadáver, lo metió en varias maletas y lo escondió en la misma caseta donde supuestamente perpetró el crimen. Esto es lo que declaró ante la Guardia Civil de A Coruña, en la madrugada de ayer, un hombre que, tras entregarse en las dependencias policiales de Lonzas, confesó haber asesinado a su pareja en el municipio leonés de Bembibre.

El detenido, que fue trasladado a los juzgados de Ponferrada (León) tras ordenarlo el juez de guardia coruñés, describió el lugar donde dejó los restos de la víctima, permitiendo que la Guardia Civil localizara las maletas con los miembros del cuerpo descuartizado.

Fuentes de la investigación informaron de que el asesino confeso, de nacionalidad portuguesa, 53 años e iniciales M.D.A.M., decidió ir desde León hasta A Coruña porque vivió en este ciudad hasta hace tres años y por tener familiares en el entorno de un poblado chabolista. Esas mismas fuentes revelaron que el hombre arrestado tenía hijos con una mujer con la que había estado casado y con la que había vivido en A Coruña antes de la relación sentimental que mantenía con su supuesta víctima. El detenido, que tiene antecedentes, y la fallecida se conocieron en Cáritas.