Un modus operandi del todo excepcional para cometer un asalto bancario. La Policía Nacional busca a los individuos que la pasada madrugada saquearon un cajero automático de una entidad de Novagalicia Banco en Vigo provocando una explosión intencionada con gas que no solo destrozó totalmente este expendedor de billetes, sino que también causó cuantiosos daños materiales en el hall donde se encontraba y en las puertas de entrada a la sucursal. Los ladrones actuaron rápido y huyeron tras hacerse con un botín "considerable" aún por determinar del que no se facilitaron más datos. La oficina permaneció inoperativa toda la jornada y volverá a funcionar el lunes.

Todo ocurría a las 04.15 horas en una sucursal situada en la carretera do Freixo de la parroquia de Sárdoma, en una zona donde no hay muchas viviendas al ubicarse allí varias empresas y otros bancos. Según la Policía Nacional, a esa hora saltaron las alarmas de la entidad, por lo que hasta el lugar se trasladó una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana. Al llegar allí, los agentes observaron que había humo en la entrada de la sucursal y que el cajero automático estaba destrozado. Los cristales de la puerta de entrada estaban dañados por la explosión, la pequeña estancia donde se ubica el cajero también tenía graves desperfectos, ya que incluso se desplomó el techo, y la puerta interior que ya da acceso directo a la oficina también tenía los vidrios rotos. Los ladrones, tras provocar la deflagración, habrían entrado al interior de la sucursal para acceder a la parte trasera del cajero y coger de su interior el botín.

Además de la Policía Judicial, que abrió una investigación para tratar de localizar a los autores, al lugar acudieron agentes del grupo de Científica y de Desactivación de Explosivos, que, tras las comprobaciones pertinentes, determinaron que el cajero sufrió una explosión "intencionada" con gas, que fue lo que facilitó que los ladrones accedieran a la caja fuerte interior del expendedor donde están los billetes. Un amplió dispositivo policial permaneció allí hasta las ocho de la mañana y, mientras duró su intervención, se procedió a cortar la calle al tráfico. Los agentes recogieron pruebas y buscaron huellas, entre otros vestigios.

La oficina estuvo inoperativa dado los graves daños materiales sufridos. Un vigilante de seguridad informaba a los numerosos clientes que se acercaban del cierre, mientras los operarios trabajaban para arreglar los destrozos. La sucursal volverá a funcionar con "total normalidad" el lunes, según fuentes de la entidad financiera.

Ya desde primera hora de la mañana, la línea de investigación era clara, descartándose que la explosión tuviese relación con grupos independentistas o radicales, centrándose las indagaciones en un robo cometido por "delincuentes comunes". En esta misma calle ocurría hace dos años otro asalto al robar dos motoristas 28.000 euros pistola en mano a un empresario que salía de un banco.