Siempre utilizaba el mismo modus operandi. Y eso lo acabó delatando. La Policía Nacional detuvo a un vecino de Vigo de 41 años y a su cómplice, una mujer de 34 también de la ciudad olívica, por la presunta comisión de cuatro atracos en un período de apenas veinte días. El asaltante, que fue arrestado tras el último de esos robos, llevaba siempre una gorra de béisbol e intimidaba a las víctimas con una pistola plateada para hacerse con el botín. Y viajaba en un Fiat Punto blanco, el mismo en el que fue arrestado junto a su compinche y en el que se hallaron la visera y el arma que caracterizaban su proceder delictivo.

Agentes del grupo UDEV II de la comisaría viguesa llevaban ya varias semanas investigando una serie de robos con intimidación en Vigo de los que no había duda de que la autoría correspondía a la misma persona: un individuo que llevaba una gorra tipo béisbol, una pistola plateada que sacaba de un bolso tipo bandolera y que se desplazaba en un Fiat Punto. El primer caso ocurría el 30 de septiembre en una panadería de Tomás Alonso, el siguiente fue el 12 de octubre en una gasolinera de la avenida de Galicia y, un tercero, se registraba cuatro días después, este mismo martes, en un establecimiento 24 horas de Pizarro.

El jueves volvió a actuar, en una frutería de Martínez Garrido. Tras recibir la alerta la Policía, se estableció un operativo con todas las unidades en alerta y con la puesta en marcha de un dispositivo de cierre que dio como resultado la localización en el túnel de Gregorio Espino de un vehículo de las características del que se buscaba ocupado por la pareja. Varias patrullas de Seguridad Ciudadana interceptaron el turismo, que intentó huir. Al volante iba el presunto asaltante y la mujer. Él tiene dos arrestos anteriores por hechos similares y ella, cuatro por robo. Pasaron a disposición judicial: fueron reconocidos por las víctimas y en el coche se encontraron la pistola, la gorra y el bolso bandolera.