En la zona donde se ubica la sucursal hay pocas viviendas. Predominan las empresas y naves, que a la hora del atraco estaban cerradas, igual que una cafetería próxima. Algunos vecinos no se enteraron hasta que, de mañana, vieron a la Policía. "No escuché nada", decían. Otra mujer sí se despertó con la deflagración: "Yo y mi hijo escuchamos una explosión fuerte; parecía una bomba".