El cadáver del niño de 12 años que fue hallado en una laguna del barrio madrileño de Vicálvaro, cercana al lugar donde desapareció diez días antes, no presenta signos de violencia y todos los indicios apuntan a que falleció por ahogamiento de forma accidental. Sin embargo, la familia de Gabriel, el menor hallado muerto en una laguna, afirmó estar segura de que "no ha sido un accidente".

Fuentes de la investigación han precisado que, según la autopsia, Gabriel murió el mismo día de su desaparición, el pasado 24 de septiembre cuando salió de su casa para ir a jugar a un parque próximo a su domicilio.

La Policía mantiene abiertas todas las líneas de investigación, si bien no descartan que el niño se ahogara en la laguna, donde pudo jugar con una tabla de surf que se halló cerca del cadáver.