El vigués Miguel Ángel Caride Alfonso, acusado de atracar a una pareja, retenerla atada y agredir sexualmente a la mujer, reconoció ayer los hechos y aceptó una pena de ocho años de prisión enla Audiencia de Pontevedra. El acuerdo de conformidad evitó la celebración de la vista oral .

El reo, que ya está en prisión por otros delitos, cometió este robo con agresión oculto tras una máscara de Spiderman, acompañado de otra persona que se ocultaba tras un pasamontañas y que no ha sido identificada. Se le condena en esta ocasión como autor de un delito de robo con violencia e intimidación en concurso con dos delitos de detención ilegal, un delito de agresión sexual y una falta de lesiones. Además, concurre la circunstancia agravante de uso de disfraz.

Para llegar a un acuerdo con la condena y evitar el juicio, el fiscal Luis María Uriarte habló previamente con las víctimas y les hizo saber que el acusado se enfrentaba al proceso bajo las atenuantes de drogadicción y reparación del daño, ya que consignó en un banco la indemnización que les correspondería a las víctimas, con lo que la pena solicitada previamente, de 15 años de prisión, se vería sustancialmente rebajada. El fiscal explicó que alcanzó este acuerdo también para evitar a las víctimas "pasar el mal trago del juicio".

El acusado está considerado por la Policía como un peligroso atracador, autor de numerosos delitos en diversos puntos de la provincia. En esta ocasión los hechos se refieren al 20 de agosto de 2009 cuando, sobre las 00.30 horas y en compañía de otra persona no identificada, atacó a una pareja que se encontraba en su coche, en el aparcamiento de Pedriñas-Tameiga, en Mos. Ambos asaltantes llevaban pistolas y una navaja en ese momento.

Los atracadores ataron al hombre a un cercado y le exigieron el número de su tarjeta de crédito, para luego hacer lo mismo con la mujer, que fue atada a un árbol. De acuerdo con el relato de los hechos, el condenado sometió a la chica a tocamientos de carácter sexual y llegó a bajarle los pantalones.

Además de los ocho años de prisión, se le prohíbe aproximarse a menos de 500 metros durante siete años en el caso del hombre y doce años en el caso de la mujer.

El fiscal reconoce que los hechos son "graves", pero considera que aceptar ocho años de prisión es un resultado "proporcionado a lo que pasó". El acusado, indicó el fiscal, es una persona que ya cumple condena en prisión, a la que "ahora sumará ocho años más". El reo se está sometiendo a un tratamiento de desintoxicación.