En un último intento de evitar su ingreso en prisión, Jorge Luis Sosa Mejuto, Makelele, solicitó el pasado mes de junio un indulto por la condena de casi 4 años de cárcel que le fue impuesta por el la muerte de un matrimonio en la calle Jenaro de la Fuente de Vigo durante un pique a gran velocidad con otro conductor en enero de 2008. El joven, de 25 años, acumulaba condenas por delitos contra la seguridad vial y tenía pendiente otro juicio en Ferrol donde varias personas resultaron heridas. Así que se fugó sin esperar a conocer si le indultaban o no. Ambos juzgados han dictado orden internacional de búsqueda y captura, convencidos de que se ha marchado de España.

Aunque la petición de indulto estaba abocada al fracaso tanto por las características del delito como por sus antecedentes penales –acumulaba varias condenas–, consiguió que mientras el Ministerio de Justicia tramitaba su solicitud se le suspendiera la pena.

Todo era una estratagema. Consciente de que no iba a ser indultado, aprovechó el trámite para fugarse. Con pasaporte americano, nació en EEUU, y nacionalidad también española, todo apunta a que ha cambiado de continente.

Su madre, su novia y el hijo de ambos, permanecen en el domicilio familiar de Vigo, pero cuando alguien se acerca por allí con una notificación para que ingrese en prisión asegura que esta en paradero desconocido.

La primera alerta de fuga la dio el juzgado ferrolano, al no comparecer al juicio que estaba fijado para el 27 de junio del año pasado.

El joven, acusado de un delito de conducción temeraria, bajo la influencia de bebidas alcohólicas –dio un resultado de 8,82 en el control de alcoholemia–, debía responder también de las graves lesiones que sufrió un conductor contra el que chocó al saltarse un stop en la calle de la Tierra el 1 de noviembre de 2009. Lejos de parar a socorrer al herido, protagonizó una persecución policial hasta que finalmente fue detenido por la Policía Local.

La brutalidad del doble accidente mortal de Jenaro de la Fuente en Vigo llevó su nombre a los titulares, y se descubrió que se trataba de un viejo conocido de las fuerzas de seguridad. Acumulaba denuncias, y sanciones por conducción temeraria.

Tras el doble accidente mortal, la juez de Instrucción 3 de Vigo ordenó el ingreso en prisión de Makelele y el conductor con el competía. A los 15 días de obtener la libertad bajo fianza, el temerario joven era sorprendido cuando conducía ebrio un ciclomotor, a pesar de que le habían retirado el carné de conducir.

Poco después era condenado a 8 meses de prisión por un delito anterior, al conducir a 138 kilómetros por hora un quad en Vigo. Entonces intentó zafarse de la denuncia de la Policía Nacional presentando una denuncia por el robo del vehículo, pero los agentes que le habían perseguido lo conocían bien.