Una investigación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Vigo en coordinación con la fiscal especializada en delitos tecnológicos de la provincia de Pontevedra, Marta García de la Concha, ha permitido la detención en Zaragoza por parte de la Guardia Civil de un joven que mantuvo una relación a través de Internet y del teléfono móvil con una menor viguesa de unos 13 años de edad a la que envió numerosas fotografías en las que supuestamente aparecía desnudo y con poses y comportamientos de carácter sexual. La mayor singularidad de este caso es que las imágenes fueron remitidas a la víctima a través de uno de los servicios de mensajería más novedosos y populares en la actualidad: el WhatsApp, una aplicación gratuita para smartphones (teléfonos inteligentes) que poco a poco está desbancando a los SMS.

El arresto se produjo esta semana en la localidad de Calatayud, donde vive el joven, que tiene unos 25 años. Fuentes judiciales confirmaron que el tribunal vigués solicitó por exhorto la colaboración de un juzgado de ese municipio zaragozano, que dejó en libertad con cargos al detenido tras tomarle declaración. Se le imputan, al parecer, supuestos delitos de exhibicionismo y provocación sexual. Para proceder al arresto, se trasladó hasta allí el Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la comandancia pontevedresa.

Todo se descubrió a raíz de que los padres de la menor descubriesen las fotografías en el smartphone de su hija y procediesen a denunciar los hechos. El joven supuestamente contactó en un principio con la supuesta víctima haciéndose pasar por un menor en una página de juegos para niños, aunque con el paso del tiempo le habría dicho que era adulto.

Confianza

Como suele ser habitual en estos casos, fue ganándose la confianza de la menor y habrían iniciado una relación de noviazgo valiéndose de Internet y del teléfono móvil –nunca se vieron en persona–. Aunque presuntamente también estaban en contacto a través de redes sociales o messenger, todas las fotos en las que el hombre aparecía desnudo le fueron remitidas a la adolescente viguesa por mensajes de WhatsApp. Esta situación se prolongaba al parecer desde hacía más de un año. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza eludieron pronunciarse sobre esta operación porque sigue abierta. Al respecto, no se descartaría que el joven hubiese contactado con otras menores con el mismo fin, algo que se estaría investigando.