El despliegue de búsqueda de los dos policías y el joven eslovaco desaparecidos en la madrugada del jueves se extendió ayer más al norte del golfo ártabro. De mañana, los helicópteros peinaron el mar hasta cabo Prior y Cedeira. En el sur, el límite del rastreo por mar fue Sabón. Los coordinadores de las tareas de rescate explican que los efectivos marítimos y terrestres trabajaron en zonas donde se cree que pueden haber ido a parar los cuerpos en función de una serie de simulaciones realizadas por los especialistas de salvamento en torno a las corrientes de agua. Al cierre de esta edición, solo se volvieron a encontrar prendas de ropa, en manos ya de la policía científica, que es la que lleva el control de todo lo que ha aparecido durante estas jornadas.

Un día más, familiares y compañeros siguieron el dispositivo de la coraza, parapetados por un cordón policial, mientras los curiosos siguieron apostándose en la balaustrada del paseo marítimo y algunos paseantes aprovecharon el sol de invierno para bajar a la arena. Pasados tres días desde la tragedia, el jefe de Bomberos de A Coruña, Carlos García Touriñán, relató que las condiciones les permitieron trabajar con menos dificultades tanto en los recorridos de tierra como bajo y sobre el mar. "Es el primer día que el mar nos deja trabajar un poco más cómodos", señaló, al tiempo que avanzó que esperan que la jornada de hoy sea incluso mejor.

Touriñán describió que, por eso, se podrán peinar todos los bajos del litoral de la ensenada, desde el Millennium a Matadero para "intentar agotar las posibilidades". Además de las embarcaciones de Salvamento Marítimo, la Xunta y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se pudieron sumar pequeñas naves y una moto acuática pertenecientes al Concello, para irse acercando a las áreas de roca. El objetivo era saber si algún cuerpo podría estar enganchado en alguna zona o "metido en alguna furna".

El jefe de los bomberos coruñeses comentó que no se está descartando ninguna de las hipótesis de ubicación de los cuerpos y, gracias al despliegue de medios, se puede trabajar en tres zonas diferentes. Los helicópteros, por un lado, sobrevolaron el perímetro de los días anteriores pero también realizaron desplazamientos hasta el cielo de cabo Prior, cabo Prioriño, Prioriño Chico y Cedeira.

Además de los Helimer y los helicópteros de la Policía Nacional y Guardia Civil, participó por primera vez el Pesca II, que realizó un rastreo entre Cedeira y cabo Prioriño y desde Prioriño Chico a cabo Prior, para después realizar una búsqueda en el triángulo formado por la Torre de Hércules, punta Mera y cabo Prioriño Chico (puerto exterior de Ferrol).

En segundo lugar, las embarcaciones mayores –Salvamar Mirfak, Sar Gavia, Paio Gómez Chariño e Irmáns García Nodal, entre otras– se movieron desde la ensenada a mar abierto, hasta el puerto exterior de punta Langosteira.

Próximos a costa, los buceadores, que, por segundo día consecutivo, peinaron el fondo de la bahía, con mayor visibilidad que durante la jornada del sábado, dificultados por el mar de fondo. Pudieron explorar, por ejemplo, una sima que hay en el medio de la ensenada, una de sus partes más profundas.

En tercer lugar, Protección Civil, Guarda Civil y Policía Nacional conformaron el operativo de tierra que siguió la línea de costa. En total, un centenar de personas, aunque, según informó Carlos García Touriñán, compañeros de los policías nacionales desparecidos y miembros de otros cuerpos de emergencia fuera de servicio, trabajaron voluntariamente en el dispositivo. Se acudió a varias llamadas de ciudadanos que alertaron de la localización de bultos susceptibles de ayudar en la investigación. La búsqueda solo devolvió prendas de ropa, que tendrán que ser analizadas por la policía científica para saber si pertenecen a alguno de los desaparecidos.

Investigación

El concejal de Seguridad, Julio Flores, explicó que los hechos de la tragedia del pasado jueves –en el que murió un policía nacional y desaparecieron otros dos, además de un joven al que intentaban rescatar– todavía no están contrastados "completamente", a falta de que finalicen las declaraciones ante la Policía Nacional.

Fuentes de la investigación, revelan que el universitario eslovaco se había acercado al mar totalmente vestido. Flores relató que solo una hora antes, la policía persuadió a otros jóvenes que pretendían nadar. Uno de ellos ya se había incluso despojado de parte de su vestimenta.

En la coraza estuvieron también el alcalde coruñés, Carlos Negreira, y el concejal de Servicios Sociales, Miguel Lorenzo. A lo largo del paseo marítimo se pudieron ver velas encendidas en recuerdo del drama.