Javier López López, de 38 años, era natural de O Castrillón y estaba casado con la secretaria del Concello de Camariñas. No tenían hijos. Sus padres, que emigraron a Francia, regentan el mesón Miña Terra, en Rafael Bárez Vázquez, la antigua calle B de la Urbanización Soto. Había ingresado en la Academia Nacional de la Policía de Ávila en 2003 y, en 2005, regresó a A Coruña ya como agente. Su familia dice que se definía como un hombre "feliz" porque hacía "lo que le gustaba" y, además, "le pagaban por ello", recordaba ayer la ministra de Fomento.