Muchos años de trabajo bien pagado, una indemnización por los daños del "Prestige", golpes de fortuna en alguna compraventa y la lotería. Fueron los argumentos esgrimidos por la familia del narcotraficante arousano Guillermo Abalo Maneiro para justificar un abultado y "sospechoso" patrimonio que incluye, entre otros bienes, tres chalés, barcos y una batea. Guillermo Abalo fue condenado en 1998 por la Audiencia de Zaragoza a ocho años de prisión por vender tres kilos de cocaína.

Cuatro miembros de la familia –Guillermo, sus octogenarios padres y su esposa– comparecieron ayer en la Audiencia Provincial de Pontevedra acusados de delito continuado de blanqueo de capitales procedente del tráfico de drogas. El fiscal Augusto Santaló pide para cada uno cinco años de prisión y multa de tres millones de euros. Además, insta el decomiso de todos los bienes.

La mujer y el padre de Guillermo Abalo hicieron caso omiso de las preguntas del Ministerio Público –acogiéndose a su derecho a no declarar– y solo respondieron a su abogado, ante el que uno y otro aseguraron que desconocían que su respectivamente marido e hijo hubiese sido condenado por tráfico de drogas. También Guillermo Abalo se limitó a contestar a su letrado, en tanto que su madre no declaró a ninguna de las partes.

El padre de Guillermo Abalo contó que trabajó en Noruega entre 1961 y 1988 y allí cobraba más de 300.000 pesetas mensuales y que les tocaron más de seis millones en la lotería en 1994. Este capital, dijo, les permitió comprar las fincas y levantar los chalés "suntuosos" en Vilanova de Arousa. Reconoció haber simulado la venta de la finca a su nuera, que en realidad era una cesión de herencia para sus nietos, pero que no la declaró para "no pagar tantos impuestos".

Mercedes, la mujer de Guillermo, también habló de su vida laboral para justificar su patrimonio y aludió al cobro de una indemnización de 100.000 euros por el desastre del "Prestige" ya que el chapapote afectó a una batea suya. Reconoció que defraudó a Hacienda no declarando ingresos que sí tenía. Por su parte el narco arousano señaló que sus ingresos eran por su trabajo en una inmobiliaria y como comercial autónomo.