La viuda del agente Jorge Piñeiro pasa este primer aniversario en su casa de Madrid, a donde se trasladó a vivir con sus tres hijos pequeños –uno de apenas 4 meses– cuando mataron a su marido. No puede ni hablar de lo ocurrido. "Me destrozaron la vida, no hay otro balance de este año", transmite Eva Hernández a personas de su entorno, a la vez que explica que estos días no viajará hasta la localidad de Covelo, donde vivía con su marido y que suele visitar a menudo.

Todavía pendiente de la burocracia par resolver su situación y afrontar su nueva vida, se ha volcado en la creación de una plataforma en apoyo a la cadena perpetua revisable. "Acaba de colgar un comunicado en Facebook explicando su situación. "He iniciado esto no por odio, ni por rencor, ni por alimentar el mal recuerdo y la pena. Pues os puedo asegurar que la palabra odio o rencor no entran en mi vocabulario. No creo en la pena de muerte, pues sería igualarse a aquellos que asesinan sin escrúpulos ninguno. Lo hago por Justicia, por lo que yo entiendo por justicia, esa justicia que mi marido murió defendiendo".

Recuerda que los asesinos de Jorge "han entrado y salido de la cárcel unas cuantas veces y no solo por un simple robo, sino por delitos mayores. No es la primera vez que presuntamente matan o presuntamente intentan matar a alguien".

"Soy una mujer de 37 años normal. Mi vida, hasta hace un año era la misma que la de muchas madres y amas de casa de España. Vivía en un pueblo pequeño (Covelo), con mis tres hijos y mi marido. Llevaba a mi niño al cole, me dedicaba a mi casa. Vivía tranquila y con las preocupaciones de cualquier persona. Hasta que el 17 de agosto yo dormía en mi cama y a las ocho y pico sonó el timbre de mi casa y mi vida... Desde entonces he tenido que tomar una decisión tras otra, ha sido un no parar, luchar por seguir fuerte y no desmoronarme. No hundirme en la pena, por haber perdido a una de las personas que más he querido y quiero".

Eva Hernández expone que no solo pide justicia por lo ocurrido a su marido "pues por muchos años que les metan a esos individuos no me lo van a devolver", sino precisamente "para que no salgan de la cárcel a los cuatro días y vuelvan a destrozar otra familia, como han destrozado la nuestra". "Yo no quiero que mis hijos crezcan con la enseñanza de unos valores donde asesinar o matar sea capricho o diversión, alega Eva Hernández desde su plataforma en la web,donde s recogen firmas de apoyo.