Un impresionante dispositivo policial invadió ayer las calles del casco urbano de Gondomar para registrar dos bares en busca de drogas. El despliegue, integrado por agentes de la Guardia Civil de Baiona, Gondomar y Vigo y por efectivos de la Policía Local gondomareña, culminó con el cacheo e identificación de medio centenar de jóvenes, algunos de ellos menores, y con la incautación de varias dosis de cocaína y hachís, pero sin detenciones. Ambos cuerpos denunciarán a los locales por permitir el consumo de estupefacientes y tabaco en su interior y a algunas de las personas que portaban papelinas o porros.

La redada se puso en marcha a las ocho y media de la tarde. Varios coches patrulla y furgones estacionaron en la Rúa Ponte da Rosa y una treintena de agentes, algunos de ellos con chalecos antibalas, se dividieron en dos grupos y corrieron hacia los establecimientos ante la sorpresa de varios viandantes que se fueron arremolinando frente a los bares. Una parte de los efectivos entró en el bar Breogán –propiedad de la esposa de un concejal del PP, Miguel Ángel Jorge Álvarez– ubicado en el primer piso de un edificio, en la confluencia de las calles Rosalía de Castro y Manuel Alonso. Los demás, accedieron a la bocatería Tropicana –cuya dueña es una vecina de la parroquia de Vincios–, situado a solo cincuenta metros del anterior, en la plaza Rosalía de Castro.

Los registros de los locales se completaron con el cacheo e identificación de los clientes, a los que se les incautaron varias papelinas y porros. Los agentes recogieron también dosis de coca y hachís en el suelo de los bares e incluso en el exterior de los mismos, tiradas en las aceras por algunos de los presentes que se deshicieron de las drogas al detectar la presencia de los guardias y las tiraron por las ventanas.

Un perro adiestrado participó también en la operación. El animal localizó una pieza de hachís del tamaño de una mano debajo de un vehículo estacionado frente a uno de los establecimientos, pero no halló pruebas de tráfico de drogas dentro.

El operativo se saldó sin arrestos, pero generó gran expectación entre los vecinos de la localidad, poco acostumbrados a tales despliegues.

Los dueños del bar Breogán manifestaron ayer tras la redada que denunciarán a los agentes por "intimidaciones". María Dolores López, la mujer del concejal Miguel Jorge, tuvo que ser atendida posteriormente en el servicio de urgencias de A Xunqueira presa del nerviosismo.