El robo de una bandeja de carne valorada en 20 euros podrá acarrearle una seria factura a una pareja viguesa. Dos jóvenes se sentaron ayer en el banquillo acusados de sustraer este alimento –concretamente espaldilla– en un supermercado de la zona de la avenida de Portanet de Vigo y después agredir a un vigilante que los sorprendió y corrió tras ellos. La fiscal pide para cada uno de ellos un año y medio de cárcel y multa por un delito de robo con violencia y una falta de lesiones.

El autor material del robo de la carne –que vino a juicio procedente de prisión– no negó la sustracción ocurrida en abril del pasado año. Simón A.B. afirmó que ese día había consumido pastillas alucinógenas y que quería la carne para venderla y poder comprar más droga. Y sobre la agresión al vigilante, que los alcanzó en la zona del Puente Romano, dijo que le pegó con la porra en la cabeza para defenderse: "Él me hizo daño, me dejó toda la espalda violeta, pero no pude ir al médico porque yo en esa época estaba en busca y captura". Su compañera, Laura E.M., fue imputada como "coautora agresiva" porque "cooperó y ayudó" para conseguir el objetivo: la fiscal señala que golpeó al vigilante con unos grilletes, algo que ella niega. Este guardia declaró que el acusado estaba muy violento y que al final él y su amiga lograron escapar en una moto. "Entre los golpes y el mordisco que recibí desistí de cogerlos; no soy supermán", relató.

Una de las preguntas que más se repitió en el juicio fue la de qué ocurrió finalmente con la carne. El supermercado no la recuperó, el vigilante no llegó a cogerla y el acusado dijo que todo aquello acabó dándole "mala espina" y dejó la bandeja en el establecimiento. La defensa demanda la absolución pero, de forma subsidiaria, califica los hechos de tentativa de hurto: "No se probó que se llevaran la carne, por lo que no se llegó a disponer de la mercancía".