"La muerte de Luis David debe servir para algo. No puede haber más víctimas de tráfico en esta zona, donde los fines de semana se concentran numerosos adolescentes y jóvenes". Con estas palabras, la familia del menor de 15 años que falleció tras ser atropellado en el exterior de la discoteca La Fábrica en Redondela abría la marcha silenciosa que recorrería el kilómetro que separa la zona de ocio donde fue arrollado el adolescente, y el cementerio de Cesantes donde descansan sus restos.

La manifestación, convocada por familiares y amigos y a la que se sumaron unas 300 personas según fuentes de la Policía Local, tenía un doble objetivo. Por un lado exigir justicia, ya que el conductor novel de 19 años que huyó tras atropellar al adolescente cuadriplicaba la tasa de alcohol permitida y era reincidente, pues había tenido retirado el carné durante 8 meses por conducir ebrio. "Un accidente puntual puede tenerlo cualquiera, pero que un reincidente no ingrese en prisión provisional, no lo entiendo", dice el padre de Luis David.

Por otra parte, la movilización perseguía reivindicar medidas de seguridad vial en la zona de ocio juvenil, pues además de la discoteca existen varias salas recreativas, lo que no impide que se circule a gran velocidad, e incluso que se aproveche la glorieta próxima a la Comisaría para realizar trompos y derrapes, según denuncian los vecinos. "En el mismo lugar ha habido otros accidentes, un chico murió y otro perdió la mandíbula. No puede haber más muertes", explicaban los vecinos. A tal fin se inició una campaña de recogida de firmas para exigir que se coloquen pasos de peatones elevados que obliguen a los conductores a frenar, que se controle la velocidad en la zona, limitada a 40, y que se haga efectiva la presencia policial.

La instrucción judicial del caso, mientras, sigue a la espera del atestado oficial sobre el accidente que esclarecerá el punto exacto donde se produjo el atropello, momento en que volverá a prestar declaración el conductor. Amigos del menor fallecido explicaban ayer que el impacto fue tal que una de sus zapatillas deportivas acabó sobre un tejado.