La búsqueda de soluciones para dejar de fumar llevó a una vecina de Vilagarcía de Arousa a responder a un anuncio de una revista en el que un "santero" ofrecía fórmulas para curar la adicción al tabaquismo. La mujer terminó siendo víctima de una estafa por valor de unos 30.000 euros, que denunció en la Comisaría de Policía.

Tras varias averiguaciones, los efectivos policiales dieron con el presunto estafador, un joven de 22 años, identificado como M.G. y de nacionalidad francesa, aunque originario de África, que fue detenido ayer por la mañana en la estación ferroviaria de Chamartín, en Madrid.

Los hechos fueron denunciados por la víctima hace aproximadamente un mes en Vilagarcía. La mujer explicó a la Policía que estaba aquejada de problemas de tabaquismo y, tras ver un anuncio referente a cómo curar esta adicción, se puso en contacto telefónico con el supuesto "santero", quien a los pocos días concertó una entrevista para hacer la "primera cura" a la señora.

En dicho encuentro, mediante ciertas argucias, siempre según la denuncia de la víctima de la estafa, el supuesto estafador le hizo ver sus poderes "curativos", para acto seguido, por medio de una serie de coacciones, exigirle ingresos en cuenta bancaria y giros postales, llegando a apropiarse supuestamente de unos 30.000 euros.

Coacciones

Entre las coacciones denunciadas figuraban advertencias de que se iban a morir todos en su familia si ella no hacía efectivas ciertas cantidades de dinero para seguir con las supuestas curaciones.

Los datos aportados por la denunciante sobre el "vidente africano" permitieron a los funcionarios de la Comisaría de Vilagarcía realizar varias gestiones hasta identificar al supuesto estafador, siendo decretada la búsqueda y detención policial por estos hechos.

Finalmente ayer por la mañana, agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la Brigada Móvil, localizaron en la estación ferroviaria de Chamartín, en Madrid, al joven que respondía a las señas de la orden de búsqueda y procedieron a su detención. Se trata de un hombre joven que responde a las iniciales M.G. de 22 años, de nacionalidad francesa, aunque originario de África, al que se le imputa como presunto autor de un delito de estafa. No se descarta que puedan aparecer nuevas víctimas.