El joven lituano que tuvo en vilo a la Guardia Civil tras huir de un control en Zamora, sobrevivir a cuatro días de monte y hacerse pasar por un peregrino jacobeo tras 87 kilómetros de escapada; ha resultado ser uno de los atracadores encapuchados que irrumpieron en la sucursal de Caixanova en la localidad ourensana de Entrimo, el pasado 11 de noviembre, empotrando un camión grúa contra la cristalera de la fachada con la intención de robar el cajero automático. Aquel asalto terminó frustrado por una patrulla de la Guardia Civil que disuadió a tiros a los asaltantes, forzándolos a huir precipitadamente y sin botín en dirección a Portugal.

La juez de Instrucción de Trives decretó ayer el ingreso en prisión provisional de Paulius L., de 27 años, que habría confesado el asalto. El lituano ha utilizado hasta cuatro documentos de identificación que resultaron ser falsos. Por el momento, la Policía Judicial de A Rúa le atribuye seis robos incluyendo el frustrado de Entrimo y el del vehículo sustraído en O Carballiño, un día antes, para quebrantar la cristalera de la oficina bancaria; así como otro en Salvaterra.

El detenido formaría, junto a otro compatriota ya identificado, una banda dedicada numerosos robos en Galicia, Castilla-León y Portugal "con actividad todos los días y objetivos fijados", según fuentes próximas a la investigación.

No se descarta ambos fueran los únicos que intervinieron en el atraco frustrado de Entrimo, a tenor de las revelaciones de las cámaras de seguridad que han sido cotejadas por los investigadores; pese a que la primera versión hablaba de un total de tres implicados.

A Paulius L. se le atribuyen más golpes recientes: un robo de vehículo en una vivienda en Sanabria (Zamora); un robo con fuerza en un galpón de Viana; otro en máquinas expendedoras en Salvaterra do Miño; y además le constan antecedentes de detención en la provincia de Almería por robo de vehículo y tráfico de drogas del año 2005.

Cuenta también con una orden detención y extradición a Portugal por varios delitos en ese país donde, según fuentes consultadas, operó y vivió. Este apunte casaría con las manifestaciones de algunos testigos presenciales del intento de atraco en Entrimo, que aseguraron oír a los encapuchados cómo se comunicaban en portugués. Paulius y su compatriota, con habilidad de escapistas, dominarían además de su idioma natal, el del país vecino y también el castellano.

Se sospecha que los dos lituanos tomaron caminos separados poco antes de que el detenido fuera detectado el pasado 17 de noviembre en Zamora a bordo de un coche robado el día 6 en Vieira do Minho. Paulius trató de eludir a la Guardia Civil y se lanzó por la A52 en sentido Ourense, continuó a toda velocidad por la OU-533 entre A Gudiña y Rúa, estrellándose en Viana do Bolo y completado su fuga a pie por una zona boscosa. Cuatro días después, tras 87 kilómetros de caminata por la Serra de Queixa y la Vía da Prata, el lituano fue detenido cuando llegaba al albergue de Vilar de Barrio, visiblemente demacrado, haciéndose pasar por un peregrino. Incluso entonces quiso huir de nuevo, por lo que los agentes tuvieron que realizar varios disparos intimidatorios.