Una nueva operación policial contra el tráfico de drogas a gran escala ha permitido desmantelar una red gallega que introducía cocaína en contenedores por el Puerto de Marín. La principal novedad es que la droga llegaba a Galicia vía Polonia y no directamente desde Sudamérica como suele ser habitual. Unos 55 kilos de cocaína intervenidos y, al menos, cuatro personas detenidas en el sur de la provincia de Pontevedra es el balance provisional de la operación desarrollada a mediados de octubre por el Greco Galicia, si bien se ha mantenido en secreto para intentar localizar a todos los implicados.

Entre los detenidos se encuentra el ex guardia civil Dionisio Lago Benavides, que en 2005 fue condenado a un año y medio de cárcel por expoliar el castro de Palio en Lalín cuando era cabo del puesto de la Benemérita en Rodeiro. Aunque negó haber participado en la expoliación y aseguró que el detector de metales que le intervinieron era de su mujer para su uso en las playas, el juez de Penal de Pontevedra no creyó su versión.

El ex agente ingresó en la prisión de A Lama a mediados del pasado mes de octubre, junto a otros dos imputados gallegos, por la introducción de cocaína por el Puerto de Marín. Se sospecha que habría utilizado sus contactos para que los contenedores con la droga fueran despachados y salieran sin problemas del recinto portuario.

El blindaje de las costas gallegas, tras la desarticulación de las principales organizaciones de transportistas y la incautación de su infraestructura en la denominada Operación Tabaiba –especialmente embarcaciones y planeadoras–, ha puesto fin a los grandes transportes marítimos de droga y fuerza a los narcos a potenciar el tráfico de estupefacientes en contenedores.

En esta ocasión la red enviaba los contenedores con cocaína desde Sudamérica a Polonia, y desde allí viajaban después también por vía marítima hasta el Puerto de Marín. La operación de las fuerzas antidroga ha permitido la incautación de dos alijos distintos: uno de casi 5 kilos de cocaína en el sur de Galicia, y otro de 50 kilos de droga en Varsovia.

El grupo desarticulado ahora por el Greco Galicia fue descubierto en el transcurso de una investigación dirigida por la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo sobre otra importante organización que se dedicaba a introducir grandes alijos de droga, también en contenedores, por el puerto marinense. La juez de Vigo segregó las diligencias en dos causas distintas y se ha inhibido en favor de un juzgado de Marín en lo que respecta al grupo de narcos que operaba vía Polonia.

El Puerto de Marín es una de las principales entradas de contenedores con cocaína en Galicia, por lo que la presión de las fuerzas antidroga es constante. A mediados de octubre la Guardia Civil intervino 513 kilos de cocaína, era el tercer gran alijo intervenido en el último año.

La droga venía camuflada en una carga de pescado congelado que procedía del puerto de Guayaquil, en Ecuador. Entre los cuatro detenidos por orden del juzgado de Lugo que coordinó el operativo, se encontraba el arousano Bruno Santiago, a cuya empresa iba dirigida al parecer la cocaína. Junto a su hermano Román, fallecido en 2007 en un accidente de moto, habían sido víctimas de uno de los secuestros exprés más sonados de los últimos tiempos.

El pasado mes mayo la Audiencia Nacional dictó auto de procesamiento contra 51 personas en relación con otra importante organización dedicada a la importación e cocaína, a la que se intervino un alijo de 815 kilos que entró por Marín oculta entre gambas congeladas. Entre la decena de detenidos en Galicia figuran dos abogados vigueses y dos guardias civiles, aunque uno de ellos falleció poco después en prisión.

Apenas unos meses antes se había intervenido en el mismo puerto otro contenedor con 300 kilos de cocaína a una organización colombiana.