La desolación reinaba ayer en la parroquia de Morgadáns, también en Gondomar, donde nació y residió María Isabel con sus padres hasta hace dos años. Parientes y amigos arropaban a sus progenitores y a sus dos hermanos en su domicilio, ubicado en el barrio de Vilas. Su padre, José Solla, roto por el dolor, todavía no podía dar crédito a lo ocurrido, sobre todo al hecho de que su hija pequeña se quitase la vida. "Non creo que a miña filla se suicidase e, se o fixo, sería porque estaba moi agobiada porque él lle fixo algo para que perdese a cabeza. Ela era moi alegre e moi traballadora", repetía.

La familia desconocía si la pareja tenía problemas, pero José se lamentaba de que la chica "caeu nese mundo, con ese gamberro" y no dudaba en sospechar de que el novio de su hija, al que ni siquiera conoce, tuviese un arma. Y es que para el dolido progenitor "cando alguén ten unha pistola é por algo, porque quere asaltar ou matar a alguén por cartos ou polo que sexa", argumentaba. Por eso no dudaba en exigir a las fuerzas de seguridad que aclaren todos los detalles sobre lo ocurrido y "que se faga xustiza". En este sentido, asegura que la familia luchará por lograrlo, bien personándose en la causa contra él o bien denunciándolo.

María Isabel estuvo en la casa con sus padres el pasado viernes y les dijo que iba a retomar sus estudios, por eso la familia descarta la intención de la joven de quitarse la vida. Tras terminar el bachillerato en el IES Auga da Laxe de Gondomar, la muchacha había cursado un ciclo de administrativo en el instituto de Teis, en Vigo, pero lo había dejado para trabajar. Y es que desde muy joven compaginó las clases con el empleo en verano y vacaciones. Trabajó en una frutería en Baiona, en un supermercado de Sabarís y, hasta hace dos meses, lo había hecho en el bar Cereixa de Vincios. El establecimiento se encontraba ayer cerrado por descanso, pero los vecinos del entorno calificaban a María Isabel como una joven "muy guapa y encantadora". Pese a llevar dos meses en el paro, los residentes y clientes de la cafetería la recordaban con mucho cariño.