Los cuatro miembros de una de las bandas internacionales más violentas y peligrosas de asaltos a viviendas que actuó en Vigo y su área en los últimos años se retractaron ayer en el Juzgado de Penal 3 de Vigo de las declaraciones iniciales que realizaron en el juzgado lucense de Chantada cuando fueron detenidos en 2009. Varios de los arrestados, acusados de formar parte de una organización de delincuentes rumanos, colombianos y pontevedreses desarticulada por la Guardia Civil en la denominada Operación Tsunami, admitieron entonces su participación en el asalto a una vivienda de Redondela, cuyo propietario les hizo frente y recibió una paliza aunque les puso en fuga, y de otro asalto, días después, en Pazos de Borbén, si bien sus propietarios no se encontraban en el domicilio.

El pontevedrés Domingo Camiña Melón y su lugarteniente rumano Gheorghe Benejau, alias el Gordo, así como el colombiano Jeisson Santo González y el rumano Gabriel Bogdan, en prisión por estos hechos, no solo se desdijeron ayer en el juicio de su confesión inicial en sede judicial, sino que afirmaron que declararon ante la juez de Chantada lo "que quiso la policía", y les aconsejaron sus abogados de oficio "para salir antes". Por lo demás, recuerdan poco. Algunos negaron conocerse entre sí y desconocen qué hacían joyas y teléfonos móviles de las viviendas asaltadas en el piso que compartían con sus parejas Domingo y los dos rumanos cuando fueron detenidos por grupos de elite de la Guardia Civil.

La vista oral que comenzó ayer en Vigo es la primera que se celebra por los atracos que se atribuyen en Galicia a la banda –formada por una veintena de personas que actuaban de forma itinerante en pequeños grupos–. Los dos asaltos que se les imputan tuvieron lugar entre junio y julio del año pasado. La Fiscalía solicita condenas que suman casi 20 años de prisión: cada uno se enfrenta a penas que oscilan entre los tres años y medio y los cinco. Sus defensas solicitaron ayer, como cuestión previa, la nulidad de las escuchas policiales que llevaron a su detención, pues consideran que no se verificó si los CD aportados por la Guardia Civil se corresponden con la transcripción, y tampoco se les hizo prueba de voz alguna.

La Fiscalía sostiene que tanto el presunto cabecilla del grupo, Domingo Camiña Melón, como su lugarteniente rumano Gheorghe Benejasu (que se conocieron durante una estancia en la prisión de A Lama), participaron tanto en el asalto de Redondela como en el de Pazos de Borbén, por lo que pide cinco años y cinco meses de prisión para cada uno y multa de 300 euros por sendos delitos de robo (uno en grado de tentativa) y una falta de lesiones. Los otros acusados sólo están imputados en el asalto a la vivienda de Pazos y la fiscal pide 4 años y medio para el rumano Gabriel Bogdan, con la agravante de reincidencia, y que el colombiano Jeisson S.G. sea penado con 3 años y medio.

Domingo Camiña negó su participación en los asaltos; tampoco reconoció haber llamado a otros para hablar de los robos o haber acompañado a Jeisson a vender algunas de las joyas. Desconoce porqué le imputaron sus compañeros y asegura que pese a ser el único vecino de los dueños de la casa de Moscoso asaltada no comentó al resto del grupo que las víctimas tenían una gasolinera.

Gheorghe Benejau, que declaró con intérprete porque aseguró no dominar el idioma pese a que lleva tiempo viviendo en España, negó ser titular de alguno de los teléfonos intervenidos. En cuanto a las joyas robadas localizadas en el domicilio que compartía con Domingo expuso que a veces compraba joyas a drogadictos a buen precio, no para venderlas, sino para "regalarlas" a mujeres. Su compatriota Gabriel Bogdan negó haberse desplazado desde Rumania para participar en los asaltos, sino que vino a buscar trabajo. Jeisson sostuvo que sólo conocía a Domingo, casado con una colombiana, y que a los rumanos los conoció ya en prisión.