La justicia portuguesa detiene el reloj tras 11 años de espera, 3.700 folios de sumario y pocas respuestas. Un tribunal popular juzga desde mañana en Valença do Minho a los cuatro acusados por la desaparición de Guillermo Collarte, cuya pista se pierde en octubre de 1999 mientras visitaba unas obras en ese municipio luso. Portugal responsabiliza de la ausencia del empresario ourensano a dos constructores pontevedreses que fueron sus socios –José Gerardo Torres Abalo y Luis Sánchez Lavandeira–; a un ex concejal del CDS-PP en Valença, Jose Lopes Rodrigues, que solía ser su gestor administrativo; y al integrante de la terna encargado presuntamente de raptar al industrial a cambio de una recompensa, Vitor Manuel Dias Pereira Barreto, un portugués con historial delictivo por atracos a bancos.

En Portugal se abre una vía de esperanza para la familia de Collarte, ávida por respuestas sobre el paradero del empresario tras varios caminos de búsqueda que desde entonces han resultado infructuosos. Pero además tiende puentes con la reciente condena dictada en Ourense contra dos de los sospechosos de la desaparición. La Audiencia Provincial condenó en julio por extorsión a Jose Lopes Rodrigues y Vitor Manuel Dias Pereira, que ahora se enfrentan al proceso luso. El primero encargó intimidar a la hija del empresario, Berta Collarte, para cobrar una deuda que tenía pendiente con él. Lopes entregó a Vitor y a otro condenado como cómplice sumas de dinero, una tarjeta prepago e información personal y económica sobre la familia. Vitor llamó a Berta por teléfono entre junio de 2002 y marzo de 2003, exigiendo desde 10.000 hasta un tope de 1,2 millones bajo amenazas como "o nos pagas o te haremos a ti y a tu familia lo mismo que hicimos con tu padre".

Los cuatro sospechosos de la desaparición llegan ahora a juicio acusados por la Procuraduria (Fiscalía) del país vecino. Son las últimas personas que habrían visto al ourensano aquel 5 de octubre de 1999. Tres de ellas, hombres que gozaban de la confianza de Collarte, que por aquel entonces tenía importantes negocios en la zona de Vigo y Portugal.