La familia de Sonia Iglesias Eirín, la mujer de Pontevedra desaparecida desde el pasado miércoles, confiesa estar aferrada a "la esperanza", pese a que no se sabe de ella desde que entonces por última vez en el centro de la ciudad.

A punto de cumplirse la primera semana de la ausencia inexplicable de Sonia Iglesias Eirín, de 37 años, la portavoz de la familia, Isabel Iglesias, aseguró, en declaraciones a Efe, que la "esperanza de encontrar a Sonia viva y cuanto antes es lo que reina, ese es el sentimiento, y esperamos encontrar un salida con éxito", pese a que admitió que los familiares están "abatidos".

Con respecto a la concentración celebrada en el día de ayer, en la que participaron unas 4.000 personas, Isabel Rodríguez relató que la familia está "muy agradecida a la sociedad pontevedresa, a los cuerpos y fuerzas de seguridad y a los medios de comunicación por las continuas muestras de solidaridad, el ánimo, la fuerza".

Ante el hallazgo de la cartera en las inmediaciones del poblado chabolista de O Vao, Rodríguez manifestó que, "según nos dice la Policía, es un dato que no concluye nada. Le podían haber robado la cartera", aunque el dato "no nos parece muy alentador".

La portavoz de la familia insistió en que la última vez que vieron a Sonia paseaba por el centro de Pontevedra. Para Rodríguez está "contratado que la pista se pierde" tras salir de la una zapatería.

Algunas versiones de testigos oculares han declarado a agentes de la investigación el hecho de haber visto a Sonia por la calle Oliva, a un paso rápido, con un vestido de color lila.