No habían dado todavía las siete de la mañana del 17 de agosto cuando la alarma de la sucursal de Caixa Galicia de A Cañiza saltó, enviando un aviso al cuartel de la Guardia Civil de Tui. Desde allí contactaron con la patrulla de guardia, que correspondía al cuartel del municipio de Covelo. Los agentes Jorge Piñeiro Lorenzo y Alfonso José Riveiro Cabaleiro se desplazaron raudos hasta A Cañiza, sin tener conocimiento de que se tendrían que enfrentar a una pareja de violentos delicuentes.

Los presuntos atracadores, José Vilar Casal y José Ángel Martíns Mendoza, "El Peke", habían elegido el tranquilo municipio pontevedrés para perpetrar un nuevo golpe en su larga lista de actos delictivos. Vestidos con monos de trabajo de color azul para no levantar sospechas entre los vecinos de la zona los días previos al atraco, habían abierto un butrón en un bajo vacío y en obras colindantes con la entidad bancaria. Desde allí pretendían acceder a sus baños para esperar la llegada de los empleados y hacerse con el sustancioso botín de la caja fuerte. Sin embargo, antes de consumar su objetivo, sus movimientos fueron detectados por los sensores sísmicos del sistema de seguridad, que hizo saltar la alarma.

Cuando la pareja de la Benemérita llegó al lugar en su todoterreno, los dos delincuentes ya habrían sido alertados por el tercer presunto implicado, el vigués Fernando Condines, que los estaría esperando en las proximidades de la sucursal al volante de una furgoneta blanca. Gracias al aviso tuvieron tiempo para agazaparse tras una lona negra que habían instalado para cubrir el butrón, y desde allí esperaron la llegada de los dos agentes, que no tuvieron oportunidad de defenderse de sus agresores.

Tras inspeccionar la zona, los guardias Jorge Piñeiro y Alfonso José Riveiro detectaron movimientos extraños en el bajo en obras y se acercaron para investigar. Al adentrarse en el lóbrego local, "El Peke" y Vilar los recibieron a tiros. Según una vecina de la sucursal, uno de los atracadores repitió gritando casi media docena de veces "¡hijo de puta, que te mato!". Estaban dispuestos a matar y no se amilanaron a la hora de apretar el gatillo.

Su violenta acción acabó con la vida del agente Jorge Piñeiro, que cayó acribillado por cinco balazos descargados por José Vilar, autor confeso de los disparos. En el enfrentamiento, el guardia Alfonso José Riveiro resultó herido en el cuello y la cabeza. Esto no le impidió reducir a Vilar –también herido– desarmarlo y detenerlo. "El Peke", por su parte, pudo emprender la huida.

Tras pedir refuerzos, Alfonso José Riveiro se llevó a Vilar esposado al coche patrulla. Frente a la sucursal se encontraba una furgoneta de una empresa de señalización viaria, a cuyos operarios el agente les encomendó vigilar al detenido, mientras volvía a entrar para auxiliar a su compañero. El autor confeso de los disparos, esposado, huyó del Patrol de la Guardia Civil e intentó darse a la fuga en la furgoneta de los operarios, pero uno de ellos logró sacar las llaves del contacto y el agente volvió a hacerse cargo de él mientras esperaba refuerzos.

Para encontrar al atracador huído, "El Peke", se movilizaron agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y las Policías Locales de distintos municipios de la provincia de Pontevedra. Finalmente fue localizado a las seis de la tarde del mismo 17 de agosto en el lugar de Bugariña, en el municipio de Covelo, a sólo 10 kilómetros del lugar de los hechos. Allí, la Guardia Civil lo detuvo sin que ofreciera resistencia.

El tercer presunto implicado, Fernando Condines, fue detenido ayer en Vigo y se encuentra a la espera de pasar a disposición judicial. Sus dos compinches ya se encuentran en la cárcel de A Lama, donde permanecerán a la espera de la celebración del juicio.

A los detenidos se les vincula con varios atracos siguiendo el método del butrón, perpetrados en los últimos meses en A Guarda, Bueu y Vigo. La Policía Nacional de esta ciudad les seguía los pasos tras el atraco frustrado en la ciudad olívica el pasado fin de semana en una oficina del Deutsche Bank, cuyas alarmas saltaron cuando abrían el butrón. De allí lograron huir, pero no cejaron en una actitud delictiva que ha tenido como final el infortunado suceso de A Cañiza.

En cuanto al agente herido, José Riveiro Cabaleiro, fue ingresado en la clínica Nuestra Señora de Fátima de Vigo, donde se recuperaba de sus lesiones hasta el viernes, día en el que fue dado de alta por la mañana.