Ya pasaron casi dos años desde aquel trágico 17 de agosto, pero Ángeles aún no olvidó la escena que vivió aquel día, casi a medianoche, cuando estaba a punto de cerrar la pizzería donde trabajaba en San Miguel de Oia. El acusado entró en el local descalzo y pidió a esta joven un inesperado "favor": que llamase a la Policía porque "había pegado muy fuerte" a su mujer. La trabajadora al principio no lo tomó en serio, pero cuando Manuel Dorgival se mostró insistente, llamó al 091. "Él repetía ´mateina, mateina´ y que lo tenían que llevar preso; ya no le saqué la vista de encima preguntándome ´Dios, que está pasando´".

La joven declaró ayer como testigo en el juicio y confesó que no encuentra explicación a la actitud que mostró el procesado. "Al principio pensé que era una persona que estaba mal de la cabeza, pero al verlo descalzo ya caí en que habría hecho algo grave", relató. Él le repetía "Ti vas a facerme a min un favor" , por lo que decidió llamar a la Policía.

Cuando contactó con el 091, la reacción del agente le confirmó a esta joven que lo que decía aquel hombre era verdad. Y es que a esa hora, el procesado ya era el principal sospechoso y de hecho se había repartido su foto entre varias patrullas que lo buscaban por Vigo. La empleada contó que el inesperado "cliente" no estaba borracho: "No estaba nervioso ni hundido, sino que tenía una actitud altiva; separó una silla de una mesa, esperó allí a la Policía y hasta esbozaba sonrisas". En cuanto el acusado vio a los agentes, se levantó "con las manos en alto": "Se comportó como si se creyese un héroe".

En la sesión de ayer declararon también familiares y vecinos de la víctima, que relataron un episodio agresivo del acusado con su hija una semana antes del crimen. Una testigo añadió que el día de los hechos escuchó una fuerte pelea en el piso y como el hombre decía "Amor, perdóname, no vamos a pelear más". La fiscal pide para el acusado 20 años de prisión por asesinato, mientras que el abogado de la acusación particular, Carlos Borrás, solicita 25. La defensa plantea seis años de cárcel por homicidio.