El Juzgado de Instrucción 3 de Vigo sacará a subasta los vehículos y los dos yates intervenidos hace dos años a la red de blanqueo de capitales atribuida al narco vigués Juan Carlos González Martín, "Culebra", para evitar su deterioro. El yate "Netiños", valorado en medio millón de euros, lleva meses varado en tierra en el puerto deportivo de Punta Lagoa tras una reparación por los daños causados por un temporal el año pasado; y el lujoso Porsche Cayanne, en cuya guantera se hallaron 20.000 euros y varias piedras preciosas, quedó calcinado por completo tras un incendio intencionado en un depósito del recinto portuario de A Coruña donde permanecía bajo custodia de la Policía Nacional. Las llamas dañaron también un Jaguar aparcado allí, y el caso sigue sin esclarecerse aunque bajo el Porsche se halló un trapo con gasolina utilizado para prender fuego.

La operación denominada "Malpolón", desarrollada por el Servicio de Vigilancia Aduanera, se saldó con la imputación de más de 30 personas entre familiares y presuntos testaferros del narco vigués que habrían blanqueado más de 20 millones de euros, y el embargo preventivo de un amplio patrimonio que incluye 6 millones de euros en una cuenta bancaria en Portugal, sociedades náuticas e inmobiliarias; numerosos inmuebles; inversiones en joyas, diamantes y rubíes; una colección de cuadros valorada en varios millones e incluso un lingote de oro.

Mientras dos administradores judiciales se ocupan de las sociedades y los bienes inmobiliarios intervenidos, los nueve vehículos, muchos de ellos deportivos y de alta gama –un Audi A3 S3, un BMW XE, un Honda Civic, un Volkswagen Golf, un Honda Crev, otro BMW, una furgoneta Mercedes Vito y una moto Yamaha–, y los barcos se deterioran. No todos los vehículos saldrán a subasta, ya que algunos han sido cedidos a la Policía Nacional en concreto a la Unidad Contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco), y la Mercedes Vito a la asociación Aspadex, un colectivo de Cee (A Coruña), que trabaja con personas disminuidas psíquicas y que carecía de un vehículo adecuado para trasladarlas al médico o a rehabilitación.

La subasta podría celebrarse antes de que se dicte el auto de procesamiento para la treintena de implicados y, en caso de que tras el juicio los tribunales no acordasen el decomiso de los bienes que hayan sido vendidos, el Estado prevé indemnizar a sus dueños una vez que la sentencia sea firme. En el caso de los vehículos, el dinero que pueda recaudarse ahora será siempre superior que su valoración dentro de unos años, una vez que se haya celebrado el juicio.