"Pido justicia terrenal, aunque nunca va a sufrir lo que sufrimos nosotros. Nadie puede quitar la vida a otro ser humano y espero la mayor condena posible. No sé qué pasará cuando lo vea en la sala, preferiría no cruzármelo nunca más, pero sigo adelante por Aellyca, que tenía 25 años y toda una vida por delante cuando la mató; por su hija, que todavía sufre pesadillas y vive aterrorizada por lo que vio; por mi madre que tanto sufrió desde su muerte y lideró esta lucha hasta que falleció hace tres semanas en un accidente de tráfico en Brasil cuando iba al entierro de mi abuela. Estoy haciendo lo que ella quería que hiciera, pedir justicia en la tierra". Con estas palabras resume Aquellen da Costa Santos el sentir de su familia ante el juicio con jurado que el lunes comenzará en la Sección Quinta de la Audiencia en Vigo por el asesinato de su hermana Aellyca, a manos de su marido Manuel D.S. el 17 de agosto de 2008.

La Fiscalía solicita penas que suman 23 años de cárcel para el procesado, a quien acusa de un delito de homicidio (por el que pide 20 años) y otros 3 años por maltratos continuados a la niña, algo que salió a la luz tras el asesinato en el domicilio familiar de Travesía de Vigo.

El crimen tuvo lugar un domingo por la tarde. Manuel D.S. , natural de Brasil y de casi 50 años, cogió un adoquín que había en la vivienda para sujetar una puerta y asestó, presuntamente, nueve golpes en la cabeza a su pareja, también brasileña. El hombre, según la Fiscalía, cometió el crimen en el dormitorio y ante sus dos hijos pequeños: la niña de 3 años de la pareja, y un niño de 4 fruto de una relación anterior del acusado. Fueron precisamente los menores los que al huir su padre tras el crimen y dejar abierta la puerta bajaron cuatro pisos para pedir ayuda a los vecinos porque su mamá estaba vomitando y muy mal ya que le habían pegado.

Aquellen da Costa Santos matiza esta versión: "Mi hermana estaba dormida, porque en un enfrentamiento físico se hubiera defendido, y por eso no reaccionó. Sospechamos que la discusión anterior pudo ser por un maltrato a la niña, pues nos contó que estaba en la cama con su mamá que la consolaba porque su padre le había pegado. La niña dice que su madre le acariciaba y le decía que no se preocupara".

"Mi cuñado es un cobarde y pienso que lo tenía todo previsto. Le puso una película de dibujos al niño en el salón, cogió el adoquín y se dirigió al dormitorio donde estaba mi hermana en la cama con la niña. Entonces la golpeó. La autopsia ha detectado 9 golpes con el adoquín, así que para mí la intención de matarla es clara", asegura Aquellen. Ella se ha hecho cargo de la pequeña. "Mi hermana me la encomendó cuando fue a hacer unos papeles a Brasil, poco antes del crimen. No quería dejarla sola con el padre, la trataba mal y me pidió que la cuidara. Me dijo que ya lo entendería cuando fuese madre. Quince días antes del crimen su padre dio a la niña una paliza que mi madre le pidió a Aellyca que lo denunciara. Ella no pudo, no es que no quisiera, le dijo ´no puedo pone mi mano´, no sabíamos que estaba amenazada. Así que ahora le doy todo mi amor a la niña y mi marido y yo la criamos como hija nuestra. Un día volvió del colegio y me dijo que quería llamarme mamá. Por eso me llama mamá y a mi hermana mamay, como se dice madre en Brasil", relata. El niño se encuentra ahora en su país con la abuela materna.

Aquellen confía en que el tribunal popular y la Audiencia impongan a Manuel D.S. la máxima pena posible. "Siempre será poca, porque saldrá de la cárcel con vida, mientras que a mi hermana nada nos la devolverá", concluye.