Inesperado y extraordinario. Así calificó el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, el temporal de lluvia que durante los últimos tres días paralizó A Mariña lucense y activó la alerta amarilla en la costa noroeste de A Coruña. Burela y Ribadeo fueron los municipios más castigados por las intensas precipitaciones que provocaron desbordamiento de ríos, derribaron muros, inundaron viviendas y garajes, cortaron carreteras y líneas ferroviarias y dejaron a cientos de escolares sin clase. Hasta 250 litros por metro cuadrado llegaron a registrarse en Burela y unos 200 en Ribadeo.

Ante el caos provocado por las fuertes lluvias, el conselleiro de Medio Ambiente no descartó la posibilidad de declarar A Mariña lucense zona catastrófica, como reclamaron los alcaldes de las localidades afectadas. "Se analizarán todas las posibilidades", aseguró.

En la costa de A Coruña, Ortigueira, Cedeira, Fene o Cariño fueron algunas de las localidades más dañadas. Entre las carreteras afectadas por los desprendimientos está la CP-6111 en Ortigueira, con riesgo de que el desplome inutilice por completo la vía.

A última hora de la tarde, el temporal comenzó a remitir. Para el fin semana, MeteoGalicia ha retirado la alerta amarilla por lluvia en la costa de Lugo y A Coruña. Aunque las precipitaciones se mantendrán a lo largo del fin de semana, serán de escasa intensidad. A partir del jueves el termómetro comenzará a recuperarse.

Ahora toca hacer evaluación de daños y establecer líneas de ayudas. "Las de ayer [por el jueves] fueron horas dramáticas, nunca vistas", declaró el alcalde de Ribadeo, Fernándo Suárez, que hizo hincapié en la necesidad de que se establezcan "planes de ayudas y de actuación" para la limpieza de los ríos y palir los daños causados a particulares además de los sufridos en puentes y carreteras. "Los concellos no tienen posibilidades económicas para afrontar este desastre", concluyó Suárez.

En una reunión con los regidores de la costa lucense, el conselleiro de Medio Ambiente se puso a disposición de los concellos afectados. Según explicó, la Xunta coordinará las tareas de emergencia, analizará las consecuencias y a partir de ahí trabajará para reponer y restablecer la normalidad "en el menor tiempo posible".

Pero ayer la circulación en algunas carreteras de Lugo y A Coruña fue imposible. En la provincia lucenes, a última hora de ayer permanecían cerradas al tráfico nueve vías, siete en la comarca de A Mariña. El temporal de lluvia también dejó en tierra a cientos de usuarios de FEVE en A Mariña lucense. La previsión es que hoy a primera hora esté en funcionamiento el tramo Cangas de Foz-Nois y a primera hora de la tarde el de Madeiro-Burela.