"Todo pasó de forma muy rápida pero no sentí miedo a morir", manifestó ayer José Rodríguez, de 51 años y natural de Bueu aunque vecino de Marín a los periodistas portugueses que le esperaban en el exterior de la Capitanía Marítima de Leixoes.

"Estamos en verano, las olas eran pequeñas y el agua no estaba fría; además teníamos una radio y estábamos en los botes salvavidas", explicó a la vez que resaltaba que en 37 años de profesión este ha sido su primer susto en la mar.

Agradecido por la forma en que habían sido rescatados, insistió en que aparentemente el agua empezó a entrar por la sala de máquinas "que en pocos minutos" fue engullida totalmente. Explicó a la agencia Lusa de noticias que iban a pescar en Senegal "salmonete, marmota, areeiro, etc" y que "sin barco, quedamos sin trabajo, pero es claro que voy a volver al mar. Es mi vida", aseguró.

En su relato de los hechos indicó que saltaron a las lanchas salvavidas y se quedaron juntos hasta ver desaparecer el pesquero. Al cabo de hora y media de lanzar el mensaje de socorro fueron rescatados. Mientras tanto, en las balsa "pasábamos el tiempo hablando", y tratando de calmar "a algunos compañeros que estaban nerviosos".

El ghanés Baba, cocinero del Nosa Cantiga, desembarcó en Leixoes de madrugada visiblemente nervioso. "Estaba durmiendo cuando dieron la alarma, solo tuve tiempo a salir de la camareta, el barco estaba a punto de hundirse lleno de agua", recordó.

Minutos antes de prestar declaración, ante la Policía Marítima portuguesa, Antonio, uno de los marineros de Riveira, confesaba a FARO que todo había sido tan rápido que "no pude coger ni el teléfono móvil". Claro que alguno de sus compañeros sí lo hizo e incluso grabó las imágenes del rápido hundimiento del pesquero, según explicaron responsables de la capitanía Marítima de Leixoes.

"Ya hemos hablado con nuestras familias y todos estamos bien. Mucho más tranquilos que anoche, pero estamos pendientes de declarar y muy agobiados por los medios de comunicación portugueses", explicaba.

Los ocho tripulantes del pesquero hundido llegaron de madrugada al puerto de Leixoes a bordo del barco de la Armada lusa Schulz Xavier que, al ser el más próximo al lugar del siniestro, los rescató. Los náufragos pasaron la noche en una pensión próxima a la Capitanía de Leixoes donde durante toda la jornada de ayer prestaron declaración ante la Policía Marítima sobre las causas del siniestro del pesquero.