Al fin llegó el reencuentro con las familias. Los tres tripulantes gallegos supervivientes del naufragio del pesquero guardés José Almuiña, hundido hace ya dos semanas a mil millas al este de Las Bermudas, regresaron ayer a casa.

José Alberto Álvarez -patrón del palangrero y vecino de A_Guarda-, José Fernández -contramaestre del barco y natural de Santa María de Oia-, y Juan Pablo Muñiz -oficial primero de máquinas y vecino de Ribeira-, aterrizaban en el aeropuerto vigués de Peinador a las 8.35 horas. Mientras esperaban sus equipajes, amigos y familiares les saludaban desde lejos y contenían las lágrimas dándose fuerzas unos a otros ante lo emotivo del momento.

El avión de Madrid, una de las escalas realizadas desde la ciudad americana de Houston a donde les llevó el mercante que les rescató en medio del Atlántico, llegó casi con 20 minutos de adelanto para sorpresa de sus familiares, los únicos que les esperaban. Y_es que la fecha y la hora del regreso se mantuvo en secreto porque los armadores aconsejaron a las familias que no acudieran los medios de comunicación.

Por eso tampoco hubo declaraciones. "Estamos felices de volver a casa, pero tenemos que recuperarnos", manifestó José Fernández tras fundirse en abrazos con los numerosos familiares que acudieron a recibirle.

También contentos recibieron a Juan Pablo Muñiz sus padres, mientras que José Alberto Álvarez era el primero en salir del aeropuerto camino del coche que le llevaría A_Guarda. "Ahora no puedo ni hablar", se disculpó.

Los marineros del José Almuiña llegaron acompañados de uno de los armadores que se trasladó a estados Unidos para hacerse cargo de los trámites de repatriación. Otros tres compañeros indonesios fueron rescatados con los tres gallegos en una lancha salvavidas por un mercante, y otro fue recogido en medio del mar agarrado a los restos del naufragio. Pero no toda la tripulación se salvó. Otros cuatro ciudadanos indonesios desaparecieron en el siniestro.

Por eso, y por la trágica experiencia vivida, ya que pasaron siete horas a la deriva en el bote salvavidas hasta que fueron rescatados, prefieren no hablar de lo ocurrido al menos de momento.

Y es que todo fue muy rápido. El pasado 6 de noviembre dos golpes de mar, según relató en su día el propio patrón, dieron la vuelta al José Almuiña que se hundió en apenas unos minutos. José Alberto Álvarez logró lanzar el SOS que puso en marcha un amplio operativo de Salvamento Marítimo coordinado por Estados Unidos que permitió rescatar con vida a siete de los 11 tripulantes del pesquero gallego.