Entre 2004 y 2005, el condenado, Juan Carlos Guzmán Vila, abusó diversas veces de la niña, que entonces contaba 14 años y una disminución del 65 por ciento, en el piso de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) en el que vivía con la menor y su madre, con la que estaba casado.

En el fallo, hecho público hoy, los magistrados de la Sección Décima de la instancia provincial le imponen una pena de ocho años y medio de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales y le obligan a indemnizar a los representantes legales de la niña, todavía menor de edad, con 12.000 euros.

Los magistrados destacan que el acusado, para llevar a cabo los actos de contenido sexual, se aprovechó de la temprana edad de la niña y de su disminución psíquica, que era "sobradamente conocida" por el procesado.

Además, el condenado tejió una "perversa relación" con la niña y le hizo creer que era su novio, lo que hizo que la menor, al relatar los hechos ante el tribunal, no mostrara "ningún tipo de resentimiento hacia su padrastro", ya que "vivía con cierta normalidad" lo sucedido y no consideraba que "estuviera mal".

Según la sentencia, la niña había explicado a las profesoras de la escuela y a su madre que su padrastro era su novio y que le daba besos en la boca.