La música en vivo cotiza alto en Galicia: crece tres millones de euros en un año la facturación

La venta en conciertos y festivales cierra 2023 con 25 millones, con una subida del 13%

O Son do Camiño y el Resurrection Fest, en el top 10 español de festivales

Fondos de inversión extranjeros hincan el diente a festivales gallegos

O Son do Camiño en 2023

O Son do Camiño en 2023 / Xoán Álvarez

Mar Mato

Mar Mato

Acudir a un festival de música supone un camino hacia la liturgia, en el que más de una o uno implora a sus dioses particulares –del santoral cristiano, pachamama o constelaciones del universo– primero, porque alguno de sus artistas favoritos caiga en el cartel del evento preferido; segundo, por hacerse con una entrada sin quedar en números rojos; tercero, por conseguir alojamiento; cuarto, por que las bebidas y comida no sean muy costosas ese año; y quinto, que no llueva. Convertirse en festivalera incluye un ritual en el que la pulsera identificativa es el tótem, cayendo incluso en el fetichismo del coleccionismo para recordar durante el resto del año los buenos momentos con la promesa de que la próxima edición será mucho mejor. Acudir a festivales se ha convertido en una pseudo-religión moderna que en Galicia y España junto a los conciertos sencillos parece levitar desde el final de la pandemia. La música en vivo en la comunidad gallega cerró 2023 con una facturación de 25,1 millones de euros, una subida del 13,5% respecto al ejercicio anterior.

Este incremento porcentual se produjo al aumentar en tres millones de euros las ventas en solo un año, según los datos del “Anuario de la música en vivo” de la Asociación de Productores Musicales (APM). Si vemos las cifras del Estado español el vértigo es mayor. En 2022 la música en vivo facturó 459 millones de euros que pasaron a casi 579 en 2023 (+26%).

Tanto en el segundo semestre de 2022 como en el primero de 2023, planeaba en el ambiente la pregunta de si la locura por asistir a un concierto o festival acabaría como todas las burbujas: pinchada. Finalmente, el pasado ejercicio fue el año de la consolidación sin cadáveres –festivales suprimidos– en la senda, al menos en Galicia.

Esta forma de ocio se ha convertido en motor económico: contratación de personal técnico así como de avituallamiento o seguridad más logística; aumento de las pernoctaciones en la red hostelera y mayor gasto en restauración así como en el comercio local.

En el “Anuario de la música en vivo” ponen como ejemplo O Son do Camiño en Compostela que generó en su última edición 5.000 empleos directos e indirectos con la estimación de un impacto económico en Santiago y su entorno superior a los 20 millones de euros.

Fuera de Galicia, otro festival que actuó como motor económico fue el Primavera Sound con un impacto económico de 150 millones; mientras que el BBK dejó en Bilbao unos 26 millones de euros, según indica el Anuario de APM.

Este informe también presenta la lista de los festivales más multitudinarios, en el Estado español alzándose como líder el Arenal Sound, a pie de playa en Burriana, Castellón; mientras que O Son do Camiño se situó como el séptimo más concurrido de España y el Resurrection Fest, en Viveiro (Lugo) octavo.

A pesar de las cifras y el crecimiento los propios promotores no respiran tranquilos de edición en edición. “Queda mucho por hacer para tener un sector productivo consolidado”, advierte el vigués Kin Martínez, de la promotora gallega Esmerarte y presidente de la Federación de la Música de España.

Pero la sartén del futuro en Galicia puede girarse en cualquier momento. El apoyo de las administraciones públicas en la música en vivo es crucial. No olvidamos lo acontecido con el Festival Vigo Transforma que en su segunda edición marcó un superéxito en 2012 para no volver a celebrarse al no contar con el apoyo político suficiente; o el PortAmérica que tuvo que cambiar Nigrán por Caldas de Reis en 2017 también por la falta de seguridad a la hora de contar con el terreno para la celebración.

En las ventas, nada está atado. Madrid era hasta 2022 la primera comunidad en facturación pero en 2023 pasó a ser tercera. Galicia hace dos años era quinta y ahora ha pasado a sexta. Canarias le sigue muy de cerca y podría superarla este 2024. Frente al crecimiento de la facturación del 13% en Galicia de la música en vivo, en Canarias el incremento en el mismo periodo fue del 95%. Es decir, casi se duplicó en un año.

Ojo a los fondos de inversión

Quienes sí ven en festivales y macroconciertos una oportunidad de negocio son los fondos de inversión. El estadounidense Providence Equity Partners –informa “Anuario de la música”– adquirió en 2023 a través de su plataforma británica Superstruct Entertainment la empresa Bring the Noise, productora responsable del Resurrection Fest y O Son do Camiño. ¿Cómo afectará esto a los eventos? La respuesta solo la puede dar el futuro.

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