La depuradora lucha contra el microplástico

El IEO de Vigo y la USC evaluarán la eficiencia de las plantas de aguas residuales para detectar plásticos de pequeñísimo tamaño

El científico Juan Santos. 
  | // JOSÉ LORES

El científico Juan Santos. | // JOSÉ LORES / mar mato

Mar Mato

Mar Mato

La marea de pélets del Toconao –que a partir de las 12 horas de hoy tendrá su contestación ciudadana desde la Alameda en Compostela con una manifestación apoyada por más de un centenar de colectivos y cofradías más la oposición– está marcando el debate y la opinión pública sobre la presencia de los microplásticos en nuestro medioambiente, comida, agua y cuerpos. No obstante, los microplásticos hace años que están presentes en nuestros mares y el Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Vigo más la Universidade de Santiago de Compostela se han embarcado en un proyecto europeo, Bluewwater, para mejorar la calidad de las aguas después de pasar el tratamiento de las plantas de aguas residuales.

Desde hace años, voces científicas demandan atajar la contaminación de los microplásticos, especialmente en los mares. La Comisión Europea ha empezado a tomar conciencia con el fin de revisar la directiva de tratamiento de aguas residuales urbanas.

Busca incluir nuevos procesos en las depuradoras de aguas residuales para detectar las partículas más pequeñas de plásticos y evitar que lleguen al mar.

“Los países no pueden superar unos determinados límites de estas sustancias contaminantes emergentes –microplásticos incluidos– en aguas fluviales, de transición y costeras. Se han implementado en depuradoras de aguas residuales tratamientos extra adicionales a los que anteriormente había”, explica Juan Santos, científico titular del IEO de Vigo.

“Inicialmente –prosigue– las depuradoras tenían tratamientos primarios y secundarios para eliminar la materia orgánica pero en los últimos años se ha avanzado en la depuración del agua y se han incluido tratamientos terciarios y cuaternarios. El terciario consiste en la eliminación de contaminantes en general mediante procesos de coagulación, filtración, oxidación y desinfección. El cuaternario va dirigido a eliminar los contaminantes emergentes”.

El fin del proyecto europeo en el que participa es evaluar la eficiencia de las depuradoras que han implantado estos tratamientos terciarios y cuaternarios en la eliminación de microplásticos y contaminantes emergentes tras su tratamiento y vertido a cauces fluviales y costeros.

De momento, hay pocas depuradoras que ya tienen tratamiento contra microplásticos en Galicia: solo un par de ellas. Los investigadores están buscando con cuál podrían trabajar durante los próximos años –el proyecto tiene una duración de tres– barajando la posibilidad de que sea una de la provincia de Pontevedra u Ourense. Los homólogos portugueses que colaboran en el programa ya se han decantado por la de Oporto.

Con un presupuesto de 1,3 millones de euros y financiación de la UE, el programa estará coordinado por el Centro Tecnológico del Mar (Fundación Cetmar).

“Está claro que desde que se inventaron los plásticos ha habido un vertido al medio sin control. Ahora la gente está más concienciada. En el medio ambiente tardan mucho en degradarse, pasando primero a microplásticos y después a nanoplásticos. Prácticamente todas las aguas fluviales y oceánicas están contaminadas por partículas de plásticos. No sé si es el equivalente a una tarjeta de crédito por cada persona pero seguro que casi todos los alimentos ahora prácticamente presentan micro y nanoplásticos”, añade.

Reconoce que no evaluarán en este proyecto la evolución de los pélets del Toconao. No obstante indicó que “son microplásticos y puedo avanzar que si están mucho tiempo en el medio se irán degradando por la luz solar, la abrasión y demás. Irán disminuyendo de tamaño hasta convertirse en nanoplásticos como le ha sucedido a los plásticos que desde hace años se encuentran en el mar”.

Para Santos las administraciones públicas deben poner más énfasis en la lucha contra estas partículas y otros contaminantes en el mar. “Se han estado vertiendo plásticos sin control durante los últimos 30 o 40 años y aunque no se ven están ahí. Toda la basura que se echa al mar este la devuelve. Cada vez es más frecuente ver en las playas restos de plásticos que van llegando con las mareas”, reflexiona para indicar que parte de los microplásticos detectados en depuradoras se clasifican, se determina su polímero y algunos de reutilizan para fabricar otra vez productos de plástico.

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