La Xunta culpa al Gobierno de la marea de pélets y evita la autocrítica: “Actuamos con diligencia”

La vicepresidenta primera admite que “pudo haber fallos pero más por el otro lado que por el Ejecutivo gallego”

PSdeG pide cesar a Ángeles Vázquez y Alfonso Villares y el BNG les acusa de repetir el “infame protocolo del Prestige”

Ángeles Vázquez, ayer, en la Diputación Permanente del Parlamento de Galicia. |  // XOÁN ÁLVAREZ

Ángeles Vázquez, ayer, en la Diputación Permanente del Parlamento de Galicia. | // XOÁN ÁLVAREZ / paula pérez

Paula Pérez

Paula Pérez

La Xunta descargó este viernes en el Gobierno toda la responsabilidad por la marea de pélets que contamina los arenales gallegos. La vicepresidenta primera y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, esgrime que es el Ejecutivo central el que tiene las competencias “exclusivas” de los vertidos en el mar. “Nosotros estamos en tierra para ayudar y minimizar pero es el Gobierno central el que tiene que dar las primeras respuestas”, sostiene. Es más, apuntó que si el Estado hubiera actuado “rápido”, estos residuos no hubieran llegado a las playas.

Por su parte, defendió que la Administración autonómica actuó con “total diligencia” y eludió hacer autocrítica. “Evidentemente pudo haber fallos, pero más por el otro lado que por la Xunta”, señaló durante su comparecencia en la Diputación Permanente del Parlamento para dar explicaciones por el episodio de contaminación marina provocado por la pérdida de seis contenedores por parte del buque Toconao frente a la costa de Viana do Castelo.

Este vertido ha salpicado a Xunta y Gobierno en plena contienda electoral en vísperas de los comicios del 18 de febrero y ha elevado a niveles máximos la confrontación entre ambas administraciones. A ello se suman las críticas de BNG y PSdeG, que cargan contra la Xunta por su “incompetencia” y sus “mentiras” en la gestión de la crisis. Los socialistas piden el cese de la conselleira de Medio Ambiente y el titular de Mar.

En este contexto la vicepresidenta primera compareció ayer en el Parlamento para defender “el trabajo y la implicación de la Xunta desde el primer momento”, al tiempo que cargó contra el Gobierno central por no haber informado al Ejecutivo gallego del vertido hasta el 3 de enero cuando “tenían conocimiento de lo ocurrido ya desde el 8 de diciembre”.

Avisos 112

Sin embargo, pese a que no recibieron la comunicación oficial del Gobierno hasta el 3 de enero, Ángeles Vázquez reconoció que el servicio de emergencias 112, que depende de la Xunta, recibió un aviso el 13 de diciembre de un vecino de Ribeira que encontró en una playa, en Corrubedo, 58 sacos de granza. Y después hubo otras tres llamadas más procedentes de Ribeira, Muros y Porto do Son alertando de la aparición de estos plásticos en arenales. La conselleira justificó, sin embargo, que reciben cada año 1.500 avisos de vertidos en las playas. “Si tuviéramos que activar el Camgal (el Plan de Contingencias por Contaminación Marítima) con cada llamada lo activaríamos tres veces al día”, alegó.

Según explicó la conselleira, cuando el 112 recibió estos avisos por contaminación de pélets en las playas dio traslado al Centro de Salvamento Marítimo de Fisterra, dependiente del Gobierno.En una primera llamada, según Vázquez, no hicieron nada, pero en una segunda comunicación, el 24 de diciembre, ya les trasladaron que podían tener relación con los contenedores perdidos del Toconao. Aun así, el Gobierno gallego no activó el Camgal hasta el 3 de enero.

“Nosotros estamos en tierra para ayudar y minimizar pero es el Gobierno central el que tiene que dar las primeras respuestas”

Ángeles Vázquez

— Vicepresidenta primera y conselleira de Medio Ambiente

En todo caso, la Xunta insiste en que las competencias de los vertidos en el mar son “exclusivas” del Estado. “Nosotros no somos los responsables del mar, ¿o es que acaso un policía local puede ir a sancionar a una autopista? ¿o un médico de primaria ir a dirigir una operación en la UCI?”, esgrimió la conselleira de Medio Ambiente.

En su opinión, para combatir la marea de plásticos hay que interceptar los sacos en el mar y que un robot submarino descienda al lugar donde se encuentra el contenedor de pélets y lo selle. Ángeles Vázquez rechaza los argumentos del Gobierno de que no se puedan localizar los bultos en el mar. “En las últimas horas se han recuperado ya tres sacos por parte de pescadores”, defiende. Sin embargo, la Organización Marítima Internacional considera en un informe que actuar desde un barco no se ha demostrado una estrategia útil. La vicepresidenta de la Xunta, en todo caso, llamó a la “tranquilidad” y advirtió que “esto no es un Prestige”.

Oposición

“Afortunadamente no lo es, porque la costa estaría igual de indefensa”, lamentó la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que acusó, en todo caso, a la Xunta de “repetir el infame protocolo del Prestige”: “ocultación, minimizar el desastre, mentir y echar balones fuera”. La nacionalista denunció que están actuando de forma “irresponsable e incompetente”. Y pidió a Xunta y Gobierno que dejen la “confrontación inútil y se pongan a trabajar”.

El diputado del PSdeG, Julio Torrado, se hizo eco de las declaraciones del conselleiro do Mar, Alfonso Villares, que restó importancia al hecho de que alguien pueda comer “accidentalmente algún plástico”, como podrían ser los alojados en las entrañas de los peces, porque según él “entran por donde entran y salen por donde salen”. “Pues yo le digo a la conselleira de Medio Ambiente y al responsable de Mar que por donde entraron que vayan saliendo”, señaló el socialista para exigir su cese. Torrado calificó a la Xunta de “caricatura” y de “meme” y los acusó de intentar “esconder el problema y echarle la culpa a los otros”.

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La Xunta creará un comité de expertos al que le encomendará la adopción de medidas para proteger el ecosistema frente a la marea de pélets y evaluar los daños causados para reclamar luego la correspondiente compensación a la armadora.

Así lo avanzó ayer la vicepresidenta primera y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, que, en todo caso, recordó que todos los informes encargados por la Xunta sobre la composición de estas bolitas de plástico concluye que “no son peligrosas”. “Todos los científicos concluyen que no hay riesgo de toxicidad salvo que esos plásticos se degraden”, explicó.

Además constató que, por el momento, no se ha detectado afectación a especies marinas.

Para la conselleira lo importante es que ahora el Gobierno active sus propios planes de emergencias en estos casos: el Plan Marítimo Nacional y el Plan de Ribera.

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El buque Toconao perdió el pasado 8 de diciembre seis contenedores cuando se encontraba en aguas portuguesas, frente a la costa de Viana do Castelo. Uno de estos depósitos estaba cargado con 26,5 toneladas de pélets de plástico repartidos en 1.050 sacos cargados cada uno con 25 kilos. Los otros cinco contenedores transportaban pasta de tomate, neumáticos, barras de aluminio y rollos de papel film.

Según explicó ayer la vicepresidenta y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, la Xunta tiene desplegado un operativo de 300 trabajadores limpiando 55 playas en los 32 concellos afectados hasta el momento.

Según el último recuento, los operarios de la Xunta han recogido ya 70,7 sacos de pélets, a los que se suman los retirados por los concellos. Y además, según informó, estas labores de limpieza han permitido también quitar de las playas otros 1.197 kilos de otros plásticos.

Aún así, la conselleira advirtió que el 90 por ciento de los pélets (unas 24 toneladas) aún están en la costa y advierte que el empeoramiento de las condiciones meteorológicas durante este fin de semana podría traer más residuos a las playas. Por esta razón, dejó la puerta abierta a pedir al Gobierno central que habilite “también personal de tierra” para limpiar las playas y, según Vázquez, así se comprometieron a hacerlo en un plazo inferior a 48 horas.

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