Espumoso contra el frío en Salvaterra

Diez bodegas de la D.O. Rías Baixas exponen y venden sus vinos de método Champenoise en la novena fiesta vinícola

Arriba brindis en el acto de la Cofradía. Abajo dos momentos en la carpa que albergó la fiesta.  | // JUAN CARLOS PÉREZ

Arriba brindis en el acto de la Cofradía. Abajo dos momentos en la carpa que albergó la fiesta. | // JUAN CARLOS PÉREZ / GABINO PORTO

Espumoso de calidad contra el frío. La novena fiesta de vino espumoso Rías Baixas cumplió ayer expectativas y reunió a cientos de personas en torno a este exponente destacado de la viticultura gallega.

Espumoso contra el frío en Salvaterra

Espumoso contra el frío en Salvaterra / GABINO PORTO

Elaboraciones cuidadas de gran calidad que se inician con un vino base de la Denominación de Origen, fundamentalmente albariño, fueron aplaudidos por el público asistente que no paró de degustar botellas durante toda la jornada, aunque, a cierre de esta edición, no había datos del número de asistentes. Grupos de amigos o familias aprovecharon el fin de semana para acudir a la fiesta y disfrutar de las actuaciones musicales degustando el albariño de las burbujas naturales.

Espumoso contra el frío en Salvaterra

Espumoso contra el frío en Salvaterra / GABINO PORTO

Desde el Concello de Salvaterra consideran esta fiesta una apuesta por la viticultura y que ayuda a desestacionalizar el turismo, llevando a la localidad a miles de personas que no irían durante el mes de diciembre. La alcaldesa, Marta Valcárcel, ve este proyecto ya consolidado y un apoyo fundamental a la viticultura de Rías Baixas.

La calidad es uno de los potenciales del espumoso Rías Baixas. Esto se logra con su elaboración de 9 meses mínima de segunda fermentación en botella, conocida como “método Champenoise” y que proviene de las cuidadas elaboraciones del champán y algunos de cava, aunque en este caso con un vino de origen de mayor categoría, lo que marca la diferencia.

Para hacer esta fermentación que produce las burbujas se le añade el “licor de tiraje”, un líquido que contiene levaduras. Posteriormente las botellas reposan tumbadas en las bodegas. Se produce de forma natural el CO2, derivado de la falta de oxígeno en el interior de la botella, que, se dice, llega a una presión de entre 5 y 7 atmósferas, lo que hace que, en algunos casos, algunas botellas rompan.

“El corcho que tiene la botella es lo que ponemos antes de etiquetar, pues durante el proceso lleva un tapón similar al de las cervezas que eliminamos para retirar las impurezas”, explican desde Valtea, una de las bodegas presente en la fiesta. Esta acción se denomina degüelle del espumoso y actualmente se hace con un proceso mecánico.

Además de Valtea mostraron sus espumosos Mar de Frades, Pablo Padín, Pazo Condal, Altos de Torona, Eidosela, Pepa a Loba, As Laxas, Señorío de Rubiós, Paco y Lola y Adegas Galegas, algunas de estas con varias marcas.

La fiesta incluyó ayer un capítulo de la Cofradía do Viño do Tea e espumosos, que preside Antonio Alén. Durante el acto se nombraron cofrades a José Carlos Ortega, propietario de una vinoteca en Vigo, Verónica Casuso Portanet, dueña de una explotación vinícola, Marina Losada Vaqueiro, colaboradora de la fiesta, y Alfonso Domínguez González, trabajador del Concello y colaborador de la fiesta.

Entre los asistentes de ayer estuvieron el presidente de la Diputación de Pontevedra, Luis López, y la vicepresidenta segunda de la Xunta y conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez.

La representante de la Xunta destacó el reconocimiento a nivel nacional e internacional del compromiso de este sector con el medio ambiente.

Así, indicó que en la viticultura se combinan “tradición y modernidad”, contribuyendo de manera directa con su actividad a la reducción de la huella de carbono, a la protección de los suelos contra la erosión, a la preservación de la biodiversidad, a la protección y conservación del paisaje tradicional y también a la fijación de población en medio rural.