Al rescate de la memoria de las Illas Atlánticas en viejas películas super-8

Buscan filmaciones de Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada en manos de particulares para restaurarlas y digitalizarlas gratis

Fotograma de una película doméstica super-8 filmada en Cíes en agosto de 1969.

Fotograma de una película doméstica super-8 filmada en Cíes en agosto de 1969.

Rafa López

Rafa López

Si guarda usted filmaciones en super-8 realizadas en las islas Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada, atesora un valioso patrimonio cultural en peligro de extinción. Un nuevo proyecto audiovisual se propone rescatar esas películas domésticas vinculadas a las Islas Atlánticas, restaurarlas y digitalizarlas de forma gratuita para sus propietarios, y hacerlas disponibles para todo el mundo en internet.

¿Cómo hacerlo? Se ha habilitado una web con el nombre del proyecto, www.cinemanaufrago.gal. “Simplemente tienes que rellenar el formulario que aparece en la web o llamar a los números de teléfono que aparecen en ella –explica el responsable del proyecto, Pablo Gómez Sala–. Si los propietarios están lejos, también pueden solicitar la digitalización de su colección. Tras hacerlo, usaremos un sistema de transporte privado para hacer llegar la colección hasta nuestro taller de digitalización. Servicio 24 horas de transporte”. Al final se podrán ver las imágenes en la misma web: www.cinemanaufrago.gal.

Gómez Sala, uno de los fundadores de la Agrupación Cinematográfica Galega y al frente del Museo Online de Cine Autobiográfico (MOCA), atesora una larga experiencia como preservador de cine doméstico, aunque este es un proyecto totalmente nuevo e independiente, auspiciado por la Xunta, el Parque Nacional das Illas Atlánticas y la Red de Parques Nacionales. “Es muy buena noticia que una administración que además no está relacionada con los soportes fílmicos apoye una iniciativa como esta, dando valor al cine doméstico como patrimonio fílmico de gran importancia. Es excepcional, pocas filmotecas de España lo hacen”, subraya Gómez Sala.

¿Por qué el super-8? Este formato de cine doméstico, lanzado por Kodak en 1965, permitió que las cámaras de cine entrasen en las casas de la clase media. “Antes, solo las personas con mucho dinero atendían a eso de filmar su vida. Por ejemplo, el 8mm, soporte anterior al super-8, es mucho más minoritario que el super-8”, destaca el cineasta. “Podríamos atender al 9,5, por ejemplo, o al 16mm [otros formatos subestándar de cine menos populares]. Pero lo cierto es que no hay mucho material filmado en esos soportes. El cine se hace más popular a medida que avanza la historia”, añade.

La llegada de las videocámaras, un soporte más barato pero de peor calidad, arrumbó en gran medida las super-8, pero muchas personas siguieron utilizando el soporte fílmico. “En el MOCA hemos encontrado muchos equipos de filmación que aún conservan en su interior carretes filmados, sin revelar, olvidados por la llegada de las videocámaras”, cuenta Gómez Sala.

El cine es mucho más longevo que el soporte magnético (cintas de vídeo), pero este experto en preservación recuerda que los climas húmedos, como el de Galicia, “son peligrosos, ya que provocan la salida de hongos que acaban devorando los pigmentos de la emulsión y hacen desaparecer las imágenes por completo. Una vez llegan los hongos a las pelis, crecen y se extienden con rapidez”. Por ello recomienda guardar las películas en cajas de cartón y no de plástico, ya que la falta de transpiración favorece el crecimiento de hongos. En cualquier caso, “en las zonas costeras la preservación en buenas condiciones se hace más delicada, por lo que la urgencia de recuperación es mayor”, recalca. Los propietarios, tanto los seleccionados para digitalizar la colección como aquellos no seleccionados, recibirán indicaciones sobre cómo deben guardar las películas originales en sus hogares para una mejor preservación.

Además de restaurar y digitalizar (a resolución 4K) las películas, el proyecto Cinema Náufrago filma el recuerdo de las personas que van dejando colecciones. Así, la memoria oral complementa la visual. “Existen muchas colecciones de cine doméstico a la venta en eBay y en mercadillos tradicionales que han perdido el relato. Esas pelis se llaman en el mundillo de la preservación ‘películas huérfanas’. Nosotros hemos utilizado el nombre de náufragas haciendo referencia a eso mismo. Queremos rescatar no sólo las imágenes, también el recuerdo que hay asociadas a ellas”, explica.

Las imágenes que ilustran este reportaje son fotogramas de una colección que Gómez Sala y su equipo ya están digitalizando. Son de una familia que veraneó un mes entero en una casa de Cíes, en agosto de 1969, y filmó su día a día, el paisaje y la población local.

Pablo Gómez Sala y su equipo ya están comprobando que resulta más difícil encontrar películas que no sean de las Cíes, pero dicen tener “varias pistas” que les dan esperanzas para hallar filmaciones del resto de islas. “Solo hace falta que las personas vinculadas al resto de islas conozcan el proyecto, porque tiene que haber películas también de Ons, Sálvora y Cortegada. Probablemente sean colecciones no relacionadas con visitas turísticas, pero colecciones tiene que haber. Ojalá encontremos también películas más allá de Cíes”, proclama.

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