Los retos de la arqueología musical
¿Cómo construir arpas del siglo XII o trompetas romanas? Expertos buscan pistas en esculturas o beatos
Para ayudar, nace el catálogo de iconografía musical de España
El magnetismo de las Cantigas de Martin Códax sigue intacto a pesar de transcurrir más de diez siglos desde su creación. Frente a las versiones más o menos contemporáneas, expertos como el harpista Manuel Vilas y la cantante y musicóloga Paulina Ceremuzynska –polaca asentada en Galicia– buscan interpretarlas lo más fielmente a cuando nacieron.
En las jornadas del Consello da Cultura “Ecos medievais: a voz e a arpa, testemuñas e transmisores da alma musical do pasado” en la Illa de San Simón días atrás, ambos tocaron una de las Cantigas embriagando al público.
Detrás de esa actuación, quedan años de trabajo y estudio. En el caso de Manuel Vilas, empleó un arpa medieval del siglo XII fabricada a partir de las miniaturas de la Biblia de Maciejowski, la Biblia de los Cruzados, de 1240-1250.
En San Simón, Vilas explicó las dificultades con las que se encontraron él y el luthier que llevó a cabo el proyecto. Hay que darse cuenta de que los dibujos de las miniaturas son muy esquemáticos y que, por lo tanto, faltaba mucha información que era precisa.
Aunque más complejo todavía es tocar el arpa como en aquellos tiempos. Para ello, Vilas lleva rastreando códices, cuadros y otro tipo de representanciones artísticas para analizar cómo colocan los dedos y dónde sitúan el instrumento las personas que aparecen tocándolo en esas representaciones de hace tantos siglos. La conclusión es que puede haber diversas formas que deben siempre lidiar con la comodidad del intérprete.
Otra cuestión es la voz. Ceremuzynska es una estudiosa de las cantigas. De hecho, por ellas, empezó a estudiar gallego en su país para seguir en Compostela en los cursos de gallego para extranjeros para, finalmente, realizar un trabajo para el Centro Ramón Piñeiro.
Ceremuzynska explicó en San Simón que ha venido obteniendo datos de cómo interpretar las cantigas a través de los textos de las mismas. “Na música galego-portuguesa, non se conserva un tratado propiamente de como se debe de cantar, como facer adornos... Pero as mesmas cantigas din que hai que facer para cantar ben. Tamén hai tratados de outros lugares”, señaló.
Algunos de los apuntes que facilitó fueron: voces de chicas o chicos jóvenes, especialmente las adolescentes que eran muy apreciadas en las cortes; interpretar con emoción pero sin llorar, es decir, no se debe exagerar; así como hacer flores con la voz para adornar el canto (siguiendo las partituras de las Cantigas de Martín Códax).
Para facilitar el acceso a estas obras de arte sin importar en la parte del mundo, el Grupo Iconografía Musical de la Universidad Complutense de Madrid –con un acuerdo con la Asociación Española de Documentación Musical– ha creado la base de datos de iconografía musical.
Uno de los expertos que la ha impulsado es el doctor en Musicología Gorka Rubiales, que también participó en las jornadas del Consello da Cultura. En los últimos años, junto a un equipo de investigadoras e investigadores ha ido reuniendo en una web fichas con fotos e información de múltiples objetos de la Península Ibérica para ayudar a dar pistas a la hora de reconstruir instrumentos de la antigüedad. Se puede acceder entrando en iconografiamusical.es.
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