Formación emocional para la buena vejez

Ocho de cada diez personas mayores mejoran su bienestar tras adquirir o mejorar sus competencias emocionales en un programa de Afundación codiseñado por ellas mismas

Personas mayores, paseando por una calle.

Personas mayores, paseando por una calle. / Eduardo Parra

Nunca es tarde para adquirir y mejorar las competencias emocionales. Los resultados del proyecto “Conociendo las emociones”, de Afundación, en cuya primera edición participaron 71 personas mayores de 60 años procedentes de áreas urbanas y rurales de Galicia así lo muestran. Según Sabela Couceiro Núñez, coordinadora del Área de Mayores de la Obra Social de Abanca, los datos muestran que las competencias emocionales son una herramienta útil para preservar y mejorar el bienestar emocional. “Es fundamental trabajar en la dimensión emocional porque tiene un claro impacto en la vida de las personas”, afirma.

Un equipo especializado de Afundación y Matia, instituto gerontológico de referencia en España con más de 20 años de experiencia, trabajó con herramientas cualitativas y cuantitativas para medir los resultados del programa. “El 86 % de los participantes mejoraron sus niveles de bienestar y sus competencias emocionales respecto a los mostrados al inicio. A la vista de estos resultados, tenemos claro que hay que seguir trabajando en esta línea. Creemos también que es importante compartir estos resultados con otras entidades que trabajan con personas mayores, haciendo hincapié en esta metodología que pone a las personas mayores en el centro, atendiendo sus necesidades y preferencias”, explica Couceiro.

Y es que, una de las particularidades de este proyecto es que su diseño y sus contenidos fueron codiseñados por las propias personas mayores. Es, así, un proyecto hecho para y por sus beneficiarios. A partir del diseño de actividades y dinámicas grupales en sesiones de trabajo con figuras facilitadoras especializadas en psicología y gerontología, los participantes fueron adquiriendo un mayor conocimiento sobre las emociones y sobre su identificación, comprensión, expresión y regulación. A este proceso de aprendizaje se añadieron herramientas para el bienestar como la asertividad, los autocuidados y la resiliencia.

"Creemos que es importante compartir esta metodología con otras entidades que trabajan con el colectivo de mayores"

Sabela Couceiro

— Coordinadora del Área de Mayores de la Obra Social Abanca

Tras el codiseño con personas mayores del programa en 2018, y un proyecto piloto y rediseño del mismo, "Conociendo las emociones" se desarrolló en su primera edición durante tres meses en el primer semestre de 2022, con 71 participantes en diez “Espazos +60” de Afundación –los siete de las principales ciudades gallegas, el de Betanzos (A Coruña) y los de Viveiro y Monforte (Lugo)–. Una segunda edición, cuya medición cuantitativa corrobora los resultados de esta primera edición, se llevó a cabo en el segundo semestre con 84 participantes y una tercera está en estos momentos en marcha con el nombre de "Profundizando en las emociones".

La media de edad de los participantes de la primera edición fue de 70 años. El 71,8 % participó en "Espazos +60" urbanos y el porcentaje restante lo hizo en localidades con menos de 30.000 habitantes. Un 42,9 % de las personas participantes estaban casadas, el 30 % viudas y el 15,7 % divorciadas. Más de la mitad tenían estudios secundarios o superiores y casi un cuarto había terminado los estudios primarios.

El programa acercó a los participantes herramientas para mejorar la gestión emocional. Para evaluar su impacto se siguió una aproximación metodológica mixta, que combina técnicas cualitativas y cuantitativas. Participaron en la evaluación cuantitativa la totalidad de las 71 personas que finalizaron el programa. El objetivo del análisis cuantitativo consistía en estimar los cambios en las competencias emocionales después de participar en el programa y su impacto sobre el bienestar, centrándose así en las dimensiones principales objeto del mismo.

Para completar la medición cuantitativa y captar los elementos emergentes, se recogió información cualitativa acerca de la experiencia subjetiva de los participantes y de los beneficios percibidos de su participación desde una perspectiva más amplia. Para ello, se realizaron un total de diez entrevistas en profundidad (una por cada “Espazos +60”) y dos grupos focales, uno en un entorno urbano y otro en un entorno rural.

La medición de resultados empleando la Escala de Bienestar psicológico de Ryff y la Trait Meta Mood Scale-24, que permite valorar los avances en esta materia, indica que el 86% de las personas participantes obtuvo resultados positivos y dos de cada tres (un 69%) mejoraron su bienestar. El estudio muestra resultados positivos en las diferentes competencias emocionales, y a su vez, dimensiones de la inteligencia emocional: la conciencia, la comprensión y la regulación emocional. Así, al finalizar el programa, un 31% manifestó haber comenzado a prestar más atención a sus emociones, el primer paso para poder comprenderlas, y un 40% mejoró su comprensión emocional.

El porcentaje de personas con una regulación insuficiente pasó del 38% referido al comienzo del programa al 19,7% registrado tras finalizarlo. Dicho de otro modo, quienes obtienen puntuaciones correspondientes a una adecuada comprensión emocional superan el 80 % al finalizar el programa.

Testimonios

El testimonio de una de las participantes, procedente de una de las entrevistas que forman parte de la investigación cualitativa para la medición de resultados, lo deja claro: “Me di cuenta de que soy menos impulsiva de lo que era. Ahora sopeso los pros y los contras de otra manera; no hago las cosas tan sin pensar”, refirió esta mujer.

Otra participante apuntó en la entrevista tras completar el programa: "Cuando me preguntaban si estaba bien, siempre le decía que sí, aunque estuviera mal. Ahora soy capaz de decirle: 'pues no, hoy he tenido este problema, no me encuentro muy bien'. soy capaz de hablarlo y decirle la verdad, y antes me parecía que LO mejor era no preocuparlos, que ellos tendrían sus problemas, no comentarlos, quedármelos para mí".

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