Hasta 25.000 personas en España podrían padecer narcolepsia, un 60% sin diagnosticar

Ocho de cada diez padecen también cataplejía, pérdida repentina del tono muscular, en cuyo caso es probable que se trate de un trastorno autoinmune

REDACCIÓN

La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que hasta 25.000 personas podrían padecer narcolepsia en España, y, de ellas, un 60 por ciento estarían aún sin diagnosticar; el poco conocimiento social que existe sobre la enfermedad y las concepciones erróneas sobre la misma hacen que pueda retrasarse su detección hasta diez años.

Este viernes, 22 de septiembre, es el Día Mundial de la Narcolepsia, una enfermedad neurológica crónica, catalogada dentro del grupo de los trastornos del sueño, que padecen más de tres millones de personas en todo el mundo. Es un trastorno caracterizado por somnolencia excesiva durante el día, episodios de sueño repentinos e incontrolables, parálisis del sueño y, en algunos casos, alucinaciones al quedarse dormido o al despertar. Puede debutar a cualquier edad, aunque generalmente, comienza en adolescentes o adultos jóvenes

“Hasta un 80 por ciento de los pacientes padece también cataplejía, que es la pérdida repentina del tono muscular, generalmente desencadenada al experimentar emociones fuertes como la risa, la sorpresa o el enfado y que puede manifestarse bien como una debilidad muscular leve hasta una pérdida total del control muscular, provocando caídas”, señala la doctora Ana Fernández Arcos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología.

Hasta un 60% de ellos sufren pesadillas, parálisis el sueño o alucinaciones y se estima que el 70% de los pacientes presentan conductas anormales durante el sueño. Y, debido a estas alteraciones en el ciclo del sueño y la vigilia, muchos presentan alteraciones cognitivas como dificultades de atención y de la toma de decisiones y dificultades en las funciones ejecutivas.

Cada vez hay más evidencia de que, al menos en los casos de narcolepsia tipo 1 (cuando va acompañada de cataplejía), puede tratarse de un trastorno autoinmune en el que, ante cierta predisposición genética unida a diversos factores ambientales, genera una pérdida de las neuronas productoras de un péptido –la hipocretina– localizadas en el hipotálamo, una estructura del cerebro.